Miles de peregrinos católicos de todo el mundo celebraron el Domingo de Ramos en Jerusalén, tras dos años de festejos muy limitados y sin visitantes debido a la pandemia, y en un clima de inmensa alegría marcado por canciones, banderas y hojas de palma.
Los visitantes, mezclados con fieles palestinos y extranjeros residentes en Tierra Santa, realizaron a pie la tradicional procesión desde el santuario de Betfagé, en el Monte de los Olivos, hasta la Iglesia de Santa Ana, en la Ciudad Vieja, rememorando el camino que realizó Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén.
Bajo un fuerte calor y un sol radiante, bajaron lentamente por las laderas del Monte, con la Cúpula Dorada de fondo y hasta cruzar la Puerta de los Leones de la ciudad amurallada.
Durante ese recorrido, bailaron y cantaron al compás de tambores y panderetas, con cada grupo ondeando sus banderas y símbolos, que decoraron las laderas del Monte de los Olivos por primera vez desde 2019 debido a las restricciones implementadas hasta hace poco para frenar el avance de la covid-19.
Este evento, junto con la bendición de los ramos y una misa en la Iglesia del Santo Sepulcro esta mañana, marcan el comienzo de la Semana Santa, que durante los últimos dos años fue celebrada casi exclusivamente por miembros de la comunidad cristiana local.
«Estoy muy emocionado, esto es algo que se puede hacer una vez en la vida y es algo que te puede marcar», dijo a Efe José Luis Gámez, español residente en Jerusalén desde hace algunos meses y que vivió hoy su primera procesión de Domingo de Ramos en Tierra Santa.
Sus sensaciones fueron las mismas que las de cientos de españoles y latinoamericanos que aprovecharon la eliminación de casi todas las restricciones al turismo y viajaron a Jerusalén para vivir no solamente la jornada de hoy sino todas las celebraciones de Semana Santa.
Estas continuarán durante toda la semana y contarán el jueves con la conmemoración del Lavatorio de Pies de Jesús a sus discípulos y la Hora Santa en el Huerto de Getsemaní, también en las faldas del Monte de los Olivos, ubicado en Jerusalén Oriental, la parte de la ciudad ocupada por Israel en 1967.
A pesar de que la región vive días de tensión, tras una serie de ataques en territorio israelí y la muerte de varios palestinos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes en distintos incidentes, los peregrinos aportaron hoy un clima festivo y colorido, al menos por un rato, y se mostraron alegres e incluso conmovidos por poder recorrer los pasos de Jesús en la Ciudad Santa.