Cuenta la historia que el primer europeo en pisar tierras americanas no fue el gentil genovés conocido como Cristóbal Colón, sino un recio vikingo llamado Leif Ercson, por allá en el año 1000 d.C.
Quien tocó tierras norteamericanas y lo primero que le asombró fue la gran cantidad de viñas que trepaban por los árboles y por eso bautizó a estas tierras “Vinland” (La tierra del vino) casi 500 años antes que Américo Vespucio prestara su ilustre nombre para nominar estas tierras. Sin embargo, la gran explosión del vino en Norteamérica se dio en el año de 1769 cuando un núbil fraile llamado Junípero Serra comenzó a plantar vides y a hacer pequeñas fundaciones en la actual California, dando origen a ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Sacramento o San Luis Obispo por mencionar algunas, en esas pequeñas fundaciones plantó una uva que se conocería como Misión. Ya para 1830 La Misión de San Gabriel, en Los Angeles, poseía 160.000 vides y producía 160.000 litros al año.
En el año de 1802 el tercer presidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson plantaba uvas europeas en su finca de Monticello, traídas de su periplo como embajador de Francia, sin embargo nunca descubrió que la plaga Filoxera infestaba los suelos de su propiedad, la misma plaga que 70 años más tarde asolaría el viñedo europeo.
Pero quien se considera el verdadero padre del vino norteamericano es el soldado de fortuna llamado Agoston Haraszthy, quien llegó a suelo californiano con título de coronel procedente de Hungría hacia 1850 atraído por la fiebre del oro. Este gambuzino introdujo entre otras la uva Zinfandel en su finca de Buenavista, viñedo que sobrevive hasta nuestros días, por estos años llegaron aventureros de todo el mundo, uno de ellos fue Charles Krug, quien en 1857 plantó los primeros viñedos, en el hoy famoso valle de Napa. Pero esa historia de pasión y amor con el vino se vio opacada en el año de 1920 cuando el gobierno de los Estados Unidos dictó medidas contra la producción, venta y consumo de cualquier bebida que contuviera alcohol creando durante 13 años el tristemente célebre período de la prohibición que terminó el presidente Franklin D. Roosevelt cuando en el año de 1933 sentenció: “todo lo que necesita América es un buen trago”.
Uno de los 100 viñedos que sobrevivieron a esta época oscura fue el viñedo de Seghesio, que fue fundado en 1895; Hoy completa su quinta generación en cabeza de Ted Seguesio, su actual enólogo, quien elabora uno de los Zinfandel más destacados del país, estando presente en las ocho últimas ediciones del célebre listado con los 100 mejores vinos del mundo confeccionado por la prestigiosa revista Wine Spectator. La buena noticia es que actualmente se consigue en Colombia gracias a DLK importaciones.
Otro hecho notable de la historia del vino norteamericano aconteció en el año de 1976 cuando el periodista inglés Steven Spurrier convocó una cata a ciegas donde participarían los mejores vinos californianos, contra los mejores de Francia, venciendo los americanos, este hecho inédito se conoció como: “El Juicio de París”, pues la cata se celebró en la ciudad luz con jueces franceses. Esto le dio las credenciales necesarias al vino ‘gringo’ para consolidarse entre los mejores del mundo. La bodega ganadora se llamó Stags Leap y el cuarto puesto lo ocupó un viñedo llamado Clos Du Val, fundación hecha en Napa en el año de 1972, por John y Henrrieta Goelet, la enología quedó a cargo del francés Bernard Porter, quien sigue a la cabeza de este gran viñedo, que repitió la hazaña del juicio de París diez años más tarde (1986) quedando en el primer puesto entre los mejores vinos del mundo. Su especialidad el Cabernet Sauvignon de Napa, aunque probé su Merlot y lo encontré de maravilla, también de reciente llegada al país.
Otras bodegas que podemos destacar son Duckhorne y su línea Decoy, una de las marcas de lujo, en EE. UU, con la mejor relación calidad precio, su primera producción se dio en el año 1985 y hoy es el número uno en ventas en la categoría premium por encima de 20 dólares, en especial su Merlot, Cabernet Sauvignon y Sauvignon Blanc, como dato curioso es el vino que se ofrece en la casa blanca hace varios años.
Otro vino que no podemos dejar de mencionar es el famoso Pinot Noir de La Crema uno de los mas famosos de EE. UU. , sobre todo su Russian River Valley que es clásico de los amantes de esta bella uva.
Hoy Estados Unidos es el cuarto productor de vinos en el mundo, con una industria turística que supera los 20 millones de visitantes al año, que dejan 2.100 millones de dólares.