Los Brit son un cajón de sastre. Caben las canciones de Ed Sheeran, el rap de Little Simz, el toque alternativo de Sam Fender y Wolf Alice y el rock casi olvidado de Liam Gallagher. También una chica Disney como Olivia Rodrigo. Todo, para terminar con la coronación de Adele, que volvió al lugar que le catapultó a la fama y sumó tres Brit, incluyendo el de mejor álbum, mejor canción y mejor artista.
La cantante de Londres es ya la segunda artista con más Brit en la historia, con doce galardones en su haber, por encima de Coldplay, que tiene nueve, pero lejos de los 18 de Robbie Williams, que conquistó trece en solitario y cinco más cuando formaba parte de Take That.