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Agua Micelar: el todoterreno de higiene facial

Ya hemos perdido la cuenta de las veces que hemos repetido que la clave de una piel sana, cuidada y la base indispensable para que cualquier tratamiento de belleza o producto utilizado, ofrezca realmente todos sus beneficios potenciales.

En relación al ritual de belleza hay dos corrientes diferentes:

  • La que apuesta por simplificar las rutinas de limpieza minimizando los pasos, es el caso de la tendencia occidental.
  • La corriente asiática que entiende la higiene y los cuidados como un  auténtico ritual. Lo convierten en un momento de dedicación a una misma donde los cuidados son placenteros y concienzudos.

En occidente somos más de buscar mil excusas para no realizar un ritual más prolongado en el tiempo, buscamos la simplicidad y que la higiene facial diaria se realice en el menor tiempo posible y se realiza casi como una obligación.

En ocasiones esta tendencia nos aboca a utilizar productos que no son para nada adecuados en una correcta higiene y cuidado de nuestra piel, como son las tan famosas toallitas limpiadoras que simplemente son el terror de cualquier facialista.

Mucho se habla últimamente de la doble limpieza de japonesas y coreanas. Pero, ¿en qué consiste?

Primero se aplican un limpiador en leche, aceite o crema, y después otro en gel o espuma que se retiran con agua.  Es el ritual de la doble limpieza. Por eso, entre otras cosas, las mujeres asiáticas tienen la piel inmaculada.  Sinceramente, es otro nivel.

En occidente nuestro ritual suele implicar la aplicación de leche limpiadora y tónico, que es perfecto si lo haces todos los días y utilizando los dos productos.

Pero todavía nos encontramos con clientas que nos comentan  que no se ha limpiado la cara “porque no se ha maquillado” o, peor aún, que se va a dormir en ocasiones porque la “noche se alargó” y no tenía ganas de desmaquillarse.

Debes ser consciente de que por mucho dinero que después inviertas en una crema de calidad, los principios activos no podrán penetrar como deben en una piel poco receptiva.

ORIGEN

Para vencer la pereza, y sobre todo para cuidar y limpiar las pieles sensibles, nació el agua micelar, un sistema rápido, práctico y todoterreno que se ha impuesto a las toallitas desechables (afortunadamente).

MEJORAS EVIDENTES

A las que SÍ os desmaquilláis de manera correcta, esta solución se os queda a veces un poco corta. Esto es en parte porque no siempre se usa correctamente y, en parte, por su formulación inicial.

Su popularización ha hecho que las nuevas fórmulas sean más sofisticadas, más completas y que se hayan enriquecido con activos que multiplican su eficacia y ofrecen propuestas para distintos tipos de pieles.

Siguen siendo fieles a sus principios de rapidez y comodidad, pero añadiendo mucha más efectividad. Ahora incluso se muestran eficaces con las máscaras de pestañas waterproof. Para darle este uso, lo adecuado sería optar por un agua micelar bifásica e insistir un poco más en la zona.

Un truco: deja el disco de algodón empapados de agua micelar sobre los ojos unos segundos antes de retirar el maquillaje.

QUÉ ES EL AGUA MICELAR

Es una limpiadora formulada a base de micelas.

QUÉ SON LAS MICELAS

Y ¿qué son las micelas? Pues son unas moléculas que atraen la suciedad y el sebo del rostro como un imán. 

Las micelas que contiene el agua micelar se inspiran en la membrana celular de la piel. Tienen la capacidad de captar y eliminar las impurezas de la piel, el maquillaje y las partículas de contaminación más finas, preservando la barrera natural cutánea para protegerla de las irritaciones y ataques de agentes externos.

VENTAJAS DE UTILIZAR EL AGUA MICELAR

Uno de sus puntos fuertes es su multifuncionalidad porque limpia, tonifica e hidrata a la vez, lo que ahorra TIEMPO. También ahorra ESPACIO  en el neceser.

Están libres de parabenos, alcohol, siliconas y perfume, con lo que su utilización es apta para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles. Además, no necesita aclarado.

CÓMO SE USA

Uno de los problemas que puede presentar el agua micelar es conocer cómo utilizarla correctamente.

  • El error más común al utilizarla es aclararla.
  • Hay que aplicarla impregnando un algodón y con toquecitos suaves y en círculos para que la función de las micelas se active y atrapen la suciedad.
  • No hay que arrastrar el algodón porque perdería efectividad.
  • Hay que dejarla secar y dar tiempo a que la dermis la absorba bien y a su ritmo para que actúe al máximo rendimiento y dejar preparada la piel para el tratamiento posterior.
  • Se puede usar por la mañana, para eliminar los restos de la crema de noche o del sebo que se haya podido producir durante el sueño, equilibrar el pH y tonificar la piel.
  • Su utilización  por la noche te permite desmaquillarte, borrar todo rastro de polución, de bacterias y tonificar.
  • Si utilizas agua micelar, SI puedes prescindir del tónico facial.
  • Un truco: utilízala después de hacer ejercicio para eliminar el sudor.

A TENER EN CUENTA

Tendemos a pensar que solo debemos utilizarla si nos maquillamos y esto es un grave error. No solo es importante retirar el maquillaje del rostro: a lo largo del día acumulamos residuos metabólicos, impurezas y partículas contaminantes presentes en el aire y en los objetos que tocamos como, por ejemplo, el teléfono móvil.

Todas estas partículas aumentan el estrés oxidativo de la piel y, si no las retiramos, con el tiempo pueden provocar alteraciones de la barrera cutánea dando lugar a irritaciones, alteraciones cutáneas, pieles sensibles, reactivas…

CUÁL ELEGIR

El agua micelar es el gran comodín para todo tipo de pieles pero se le pueden añadir distintos activos de tratamiento para reforzar funciones específicas como aportar luminosidad, calmar, hidratar, combatir el exceso de grasa… Se puede usar sin problemas en pieles con acné.

Si tu piel es mixta con tendencia grasa, debes insistir en la zona T (frente, barbilla, nariz) para mantener a raya esos poco deseados brillos.

Para sacar partido al agua micelar hay que tener claro que no hay que racanear con las cantidades a utilizar, y que a veces, con maquillaje denso o después de recorrer la ciudad en bici, por ejemplo, hay que dar más de una pasada para que el rostro quede perfectamente limpio.

Por supuesto, la calidad de las micelas afectará a su efectividad y por ello es necesario que sea un agua micelar de calidad.

La moda de las micelas ha traspasado la barrera de la belleza facial y ahora incluso se utiliza en cosmética capilar.