A lo largo de la historia del Toyota Land Cruiser este coche ha demostrado tener muy pocos rivales a la hora de afrontar terrenos difíciles. Ahora, podría llegar todavía más lejos, después de que Dutch Amfibious Transport (DAT), se haya propuesto convertirlo en un vehículo anfibio. Tal y como declara Dirk-Jan de Jong, director de DAT sobre el Amphicruiser, el Toyota Land Cruiser anfibio, «queremos que sea igual de resistente en el agua y en tierra». Yojo, que tienen experiencia en esto, ya que son los encargados del autobús anfibio que recorre Rotterdam repleto de turistas.
La idea de un vehículo que funcione tanto en tierra como en el agua lleva rondando por la cabeza de los ingenieros desde hace décadas y sería tremendamente útil en países con abundantes pantanos o ríos. El Amphicruiser, como lo denomina la empresa que lo ha creado, es un todoterreno que se puede conducir como si fuese un Toyota Land Cruiser, con un motor de 4,2 litros. La diferencia viene cuando se mete en el agua, donde alcanza una velocidad de 13 km/h. Para que la magia suceda hay que pulsar un botón especial encargado de enviar la energía a un propulsor acuático en vez de a las ruedas.
«El Amphicruiser es uno de los vehículos más populares que fabricamos y encima es de los más polivalentes en cuanto a terrenos practicables. Tenemos muchos pedidos de este modelo pero nos llegan sobre todo de Dubai. A los emiratís les gusta este modelo ya que se ajusta a cualquier terreno, ya sean las enormes dunas que tienen para hacer descensos con el coche o la costa. Es un mercado en el que nos desenvolvemos muy bien y que tenemos grandes posibilidades de expansión», aseguran desde DAT.
El origen de este proyecto era suministrar de coches anfibios a tour operadores que hacían safaris en el continente asiático. SIn ambargo, debido al éxito decidieron aumentar la producción y comercializarlo en octubre de 2013.
Si lo miramos desde fuera, parece un coche normal y corriente, pero por dentro es vemos que muchas partes están aisladas para evitar la entrada de agua. Según los creadores de este proyecto, es igual de fácil conducirlo por tierra que por agua y no es necesario un manual de instrucciones. Lo único realmente importante es subir las ventanillas y encontrar una zona en la que desembarcar. Su precio de salida es de 130.000 euros para el dos puertas y si lo queremos con cuatro puertas, el precio asciende hasta los 180.000 euros.
