En una tierra de asadores como Miranda del Ebro (Burgos), el joven Alejandro Serrano ha sido capaz de eliminar la carne de sus platos y abrazar ‘el mar de Castilla’ en recuerdo de las rutas de mercaderes del siglo XV, una determinación con la que se ha ganado a comensales locales y foráneos y conseguido una estrella Michelin.
La recogió el pasado diciembre con 24 años, convirtiéndose en el español más joven con proyecto propio en lograrla, tras abrir el restaurante que lleva su nombre en noviembre de 2019. Eso le reafirmó en su estilo de cocina y ya ha eliminado totalmente la carne de sus menús, salvo las manitas de cerdo que usa en el caldo de su versión castellana del ramen, con yema cremosa y chicharrón de ventresca de lubina.