La startup Arc Boat nace con la pretensión de conquistar el incipiente mercado de los barcos eléctricos. Para empezar, ha recaudado más de cuatro millones de dólares en su ronda inicial de financiación y ha logrado el respaldo de Andreessen Horowitz, empresa de capital riesgo de Silicon Valley y uno de los mayores fondos de criptomonedas del mundo. Que casi todos los trabajadores procedan de Space Exploration Technologies (SpaceX), la compañía aeroespacial de Elon Musk, parece ser una garantía para los inversores.
Ryan Cook trabajó siete años en SpaceX como ingeniero especializado en cohetes antes de dar el salto a la náutica junto a Mitch Lee. Entre ambos han logrado imponer al proyecto un ritmo vertiginoso: fundaron Arc Boat a principios de año, ya cuentan con presupuesto suficiente para arrancar y confían en entregar las primeras unidades del primer modelo antes de que finalice el año
La página web de la startup ya acepta pedidos de su primera embarcación, el Arc One. Para ingresar en la lista de espera hay que desembolsar 1.000 dólares como señal, un anticipo de los 300.000 dólares que cuesta cada unidad. Según explicaron los fundadores de la empresa a The Guardian, la idea es seguir los pasos que en su día dio Elon Musk con Tesla: invertir los ingresos en I+D para desarrollar modelos más asequibles y al mismo tiempo esperar a que crezca la demanda del Arc One para bajar su precio.
Para ser un Tesla del mar, el barco debe presumir de prestaciones. El Arc es una lancha de 24 pies de eslora (7,31 metros) que cuenta con un juego de baterías de 200 kWh y 800 voltios y con un potente motor eléctrico de 475 caballos para superar los 34,5 nudos de velocidad máxima, esto es, unos 64 km/h. Hasta 10 personas pueden disfrutar a bordo de esta máquina ultramoderna.
Los creadores aseguran que la embarcación tendrá una autonomía de unas cuatro horas de navegación, tiempo que los ingenieros consideran suficiente para disfrutar de una jornada de navegación verde. Otro de los elementos a destacar es que el casco estará construido en aluminio, material mucho más económico en comparación con las fibras de resinas compuestas empleadas en la náutica de lujo.
«Estamos combinando un casco de inspiración aeroespacial con un juego de baterías personalizado para una estabilidad, autonomía y velocidad sin precedentes y todo esto junto con un sistema de software perfecto», señaló Lee a Interesting Engineering.
Como eléctrico que es, el Arc One surcará las aguas sin emitir emisiones y en silencio y requerirá menos mantenimiento. Sin embargo, a diferencia de otros proyectos de barcos eléctricos, casi todos optando por los ‘foils’ que elevan el casco por encima del agua, la lancha de los ex ingenieros de Space X sí que ha sido diseñada para crear olas a su popa, permitiendo así la práctica de las diferentes versiones de esquí acuático.
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