“La idea nace de una necesidad del mercado, que carecía, y todavía carece, de un producto y servicio de alto nivel, de lujo. Desde el inicio, en 2014, lo tuve muy claro y derivé mi foco a este nicho de mercado, no bajando jamás el listón de mis clientes tipo”, afirma de Carvalho. Y ojo, que entre sus máximas la palabra “no” no existe y a menudo los proyectos son complejos por las características y particularidades de la vivienda, de la orografía donde quiere instalarse el elevador.. “Un proyecto difícil es siempre un desafío y es siempre un placer trabajar en ello para idear, generar, e instalar hasta ver el resultado final”, explica.
Y es que ellos instalan y diseñan elevadores de lujo pero ofrecen también un servicio 360º, llave en mano: se ocupan de la producción, de la logística, el montaje, del mantenimiento.. para que el cliente solo tenga que pulsar el botón de subir y bajar el ascensor.
De 50.000 a 600.000 euros y más
Su clientela tiene un poder adquisitivo muy elevado y, además, valora mucho la calidad. ¿Cuánto cuestan estos ascensores hechos con mimo? “Depende del producto, los básicos están en 50.000 euros y los hay de 600.000, pero tenemos proyectos mucho más caros, que triplican incluso esta última cifra”, comenta. El plazo para instalarlo también varía: puede ir de dos semanas a dos meses, dependiendo de la complejidad del proyecto.
¿Cuál es el ascensor más complicado que haya tenido que instalar? “Uno panorámico, por todos los lados, techo incluido. Se tuvo que excavar hasta 5.800 m bajo tierra para que el sistema de tracción quedase oculto. Fue el más complicado técnicamente”. Respecto a los materiales que utilizan, no se cierran a nada siempre y cuando cumplan las normativas de seguridad: panorámicos, cilíndricos, prácticamente todo es posible: “Pero siempre con materiales de calidad superior que pueda garantizar la estabilidad, seguridad y el funcionamiento del aparato”, dice el empresario.
¿Necesita la vivienda en cuestión cumplir unos requisitos para poder instalar estos ascensores? No, ellos se adecúan a cualquier tamaño y necesidad de la vivienda.
Los instala en cualquier país, manda el cliente, aunque hasta ahora su fuerte ha estado en Luxemburgo, sede de la empresa, Portugal y España.