La Rambla cambia de piel. Barcelona ha dado luz verde al inicio de las obras de remodelación del icónico paseo barcelonés, que empezarán durante el próximo año. El proyecto de reforma, elaborado por el equipo multidisciplinar Km-Zero, contará con un presupuesto de 44,5 millones de euros y se ejecutará por tramos, empezando por la parte más próxima al litoral, entre Santa Madrona y Colón.
La futura Rambla tendrá un solo carril de circulación por lado destinado a tráfico local, bicicletas y buses, así como aceras más amplias, y verá ampliado su tramo central. Se reubicarán elementos como los quioscos de prensa y flores en el paseo para mejorar su relación con este, mientras que las antiguas pajarerías se suprimirán.
Una nueva zona de estancia en el ámbito Colom-Drassanes abrirá La Rambla al mar y el paseo contará con la creación de tres nuevos espacios: el espacio Moja-Betlem, el Pla de la Boqueria y el Pla del Teatre, que tienen por objetivo poner de relieve el patrimonio arquitectónico y el contexto urbano de la arteria barcelonesa.
El pavimento es otro de los elementos principales de las nuevas obras: cubrirá todo el espacio del eje, haciendo de elemento unificador de fachada a fachada y será de piezas de diferentes formatos de piedra natural, granito y pórfido.
En cuanto al arbolado, se ampliarán los alcorques y se mejorará el subsuelo y, en cuanto al alumbrado, se unificará con un único diseño más simple y funcional. Los criterios de actuación parten del anteproyecto elaborado por Km-Zero, autor del proyecto aprobado ahora.
Se estima que el nuevo proyecto de un impulso a la zona comercial de La Rambla, después que el cierre turístico impactase de lleno en el retail del histórico paseo barcelonés. En abril, de los 173 locales comerciales que suma la calle (contando como uno sólo aquellos correlativos que ocupa u ocupaba un único operador), 37 estaban vacíos, lo que suponía una cuota del 21,4%.