El tradicional encendido del árbol de Navidad, frente a la Basílica de la Natividad, inició hoy los festejos en la ciudad palestina de Belén, cuna del cristinianismo, sin apenas peregrinos por el nuevo cierre de fronteras por la pandemia.
Una cuenta atrás estalló en júbilo entre un público mayoritariamente local y ante un espectáculo de luces y fuegos artificiales que iluminó la Plaza del Pesebre, presidida por autoridades religiosas y políticas palestinas.