Inmerso en el rodaje de dos documentales, un corto, una obra de teatro y una serie sobre Lorca, el cineasta español Carlos Saura recibió este viernes un homenaje en París donde pidió al público que no lo llamen «clásico», una definición que lo aterroriza.
«Un clásico es una persona que se ha muerto ya, y yo todavía no quiero desaparecer. Llamadme lo que os dé la gana, pero no un clásico, por favor, que me da miedo», dijo en un encuentro virtual con estudiantes de la Sorbona en el Instituto Cervantes de París, instituciones que le rindieron el homenaje.