El joyero Chus Burés vuelve a apostar por un material singular, el papel, un material que redescubre para la creación de joyas únicas como demuestra en su última exposición, «Frágil».
«Es una colección realizada desde el punto de vista de un orfebre, diseños frágiles que también se pueden lucir», ha explicado a Chus Burés, que aclara contundente que «no se trata de origami ni de pariroflexia».
El Centro de Arte de Alcobendas acoge del 25 de mayo al 11 de septiembre, la exposición «Frágil», la última del diseñador que creó la icónica horquilla de la película «Matador», de Pedro Almodóvar, que se inició en el oficio en Londres en la década de los 70, en un momento en el que el reciclaje era el eje de su trabajo.
Aunque es la primera vez que trabaja con este delicado material, Burés (Barcelona, 1965) indica que el papel siempre ha estado «flotando» en su vida porque con él realiza las maquetas de sus diseños.
El comisario de la exposición, Guillermo Espinosa, califica las piezas como «elementos escultóricos de vanguardia», una visión efímera, con un gran «condicionante emocional» que apela a un mundo que nos ha hecho «más vulnerables, que nos hace cambiar nuestra forma de consumo y que nos ha hecho ser más conscientes del cambio climático».
No es la primera vez que Burés se aleja de los materiales nobles; la seda, plástico, chocolate, vidrio o corcho han sido algunos de los ha utilizado para elaborar sus joyas.
En esta, como en ocasiones anteriores, ha realizado una colección desde el punto de vista del orfebre con el material que le ha proporcionado la papelera Torraspapel, piezas a las que incorpora perlas y diamantes, donde gemas de lujo se codean con texturas más humilde, con las que pretende «crear un diálogo», explica.
A pesar de su fragilidad, «son joyas para lucir» donde no hay pegamento ni grapas, en un material maleable, aunque «con limitaciones». Papel tratado con celulosas recicladas, tintes naturales y procesos químicos avalados por el cuidado del medioambiente.
Entre todas las piezas de la exposición destaca Cosmica Delights, una gargantilla perfumada, realizada con papeles Maimero y Curious Matter de colores intensos, de «flores cósmicas que emiten una fragancia» especialmente creada para esta joya.
«Las joyas encierran mucha simbología, el material es tan abstracto como la fragancia», argumenta.
Otra de las piezas que tiene un especial significado para el autor es el Poema, un collar que cubre el cuerpo, un homenaje a uno de sus directores de cabecera Pier Paolo Pasolini, en el centenario de su nacimiento, que titula como uno de sus poemas «Adulto? Mai». (¿Adulto? Jamás)
Una más cara de ceremonia en papel negro con uñas bordadas y un collar y pulsera con calados positivo-negativo que simulan la botonadura mallorquina de los siglos XVII a XIX de oro perlas y gemas preciosas son otras de las piezas que destacan en la muestra.
«Ha conseguido cosas muy complicadas técnicamente», subraya el comisario sobre la nueva obra de Chus Burés, que vuelve a reinventar la manera de trabajar la joyería.