Científicamente conocida como Plectranthus verticillatus, la planta del dinero o hiedra sueca es una de las plantas de interior más conocidas para atraer la buena suerte. Se trata de una planta con un porte colgante muy elegante y decorativo para tenerla en casa. Sus hojas son redondeadas con bordes dentados y algo carnosas.
Esta bonita planta perenne es originaria de Madagascar y algunas regiones de África, y puede crecer hasta un metro de largo.
Creencias
Dicen que funciona mejor cuando se regala, porque estás compartiendo generosamente tu riqueza. De hecho, según la creencia popular, con los cuidados adecuados, atrae el dinero al hogar donde se coloca y, aunque no hay evidencia científica que respalde esta creencia, la planta sigue siendo popular y se ha convertido en un regalo común en muchas culturas.
En el Feng Shui, se cree que esta planta ayuda a atraer energías positivas. Para conseguir esas buenas vibraciones y la prosperidad a la casa, se recomienda colocar la planta del dinero en la esquina sureste de la casa o zona de trabajo.
Cuidados
Es fácil de cuidar y se adapta bien a ambientes interiores con luz indirecta: requiere de riego regular, pero no en exceso. Además de ser una planta apta para principiantes, cuenta con una belleza natural que permite decorar fácilmente la casa. La vida útil de la planta del dinero puede variar según el entorno y los cuidados que reciba. Si la planta se expone a condiciones de poca luz, se riega en exceso o se deja secar, o se expone a temperaturas extremas, su vida útil puede disminuir.
Se pueden sacar esquejes fácilmente para que se reproduzca y multiplique… Basta con cortar un esqueje de unos 7-10 cm de longitud de un tallo sano y sin flores. Quita las hojas inferiores y déjalo secar durante un día o dos. Luego trasplántala a una maceta con tierra nueva y que drene bien (la mayoría de las veces se nos mueren las plantas porque las metemos en macetas o con tierra que no drenan y se pudren las raíces). Y, bueno, si vuelve a crecer a toda prisa… ¡quizá sea que llega de nuevo la buena suerte!
Truco-consejo: al ser una planta colgante, cuanto más espacio libre tenga por abajo para que cuelguen sus ramas y hojas, más rápidamente suele crecer…
La planta de jade
Su nombre científico es Crassula ovata y pertenece a la familia de las ‘suculentas’. Sus hojas son verdes y carnosas, de unos cinco centímetros de largo. Sus flores son pequeñas y florecen, por lo general, entre el otoño y el invierno. Pueden alcanzar hasta tres metros de altura, aunque con buenas podas es posible mantenerlas con dimensiones bastante más pequeñas.
Creencias
Según la cultura china esta planta es conocida por atraer la prosperidad, el bienestar económico, las buenas energías y la suerte a tu casa.
Su forma de hoja redonda y gorda se asemeja a las monedas y simboliza la acumulación de riqueza y quizá por eso, también se la conoce como “planta del dinero”, como la anterior.
Según el Feng Shui, debe colocarse junto a la puerta de entrada o lo más próximo a ésta, para que la riqueza y la buena fortuna entren al hogar.
Curiosidad: algunas personas incluso acostumbran a enterrar cada año una moneda en una maceta de esta planta.
Cuidados
Esta planta es perfecta para las personas que dedican poco tiempo al cuidado de las plantas o para las que se autodenominan “mataplantas”, pues requiere de muy pocos cuidados. Necesita un riego moderado, y de hecho tolera mejor la sequía que el exceso de agua.
Lo idóneo es que esté en un ambiente entre 18 y 24 °C y en un lugar en el que reciba entre 4 y 6 horas de luz directa/indirecta al día.
Sansevieria
La Sansevieria trifasciata, también conocida como ‘lengua de suegra’, ‘lengua de tigre’ o ‘espada de San Jorge’, por la forma de sus hojas (afiladas y acabadas en punta), resulta muy decorativa, con su forma erguida hacia arriba y en vertical.
Esta planta de interior de hojas perennes y carnosas de color verde tiene los bordes de color amarillo, lo que le hace tener una gama cromática con un contraste de color muy atractivo. Se trata de una variedad de origen africano que suele alcanzar los 50-60 cm, pero que en ocasiones logra más altitud.
Además de sus buenas vibraciones, otra curiosidad sobre ella es que la NASA la suele incluir como una planta purificadora del aire, al eliminar tóxicos como el benceno, el formaldehído, el tolueno, el xileno o el tricloroetileno.
Creencias
Es una de las plantas de moda perfecta para atraer la suerte y la protección a tu hogar según el Feng Shui. Se cree que elimina las energías negativas, atrae el dinero y la prosperidad.
Según el Feng Shui, también influye dónde la ubicas. Como la anterior, para atraer el dinero y proteger la casa de la negatividad y las malas vibraciones, se recomienda que se ubique en el recibidor de la casa o lo más próximo a él que se pueda.
Sea portadora o no de la buena fortuna, el caso es que forma parte del grupo de plantas ‘purificadoras del aire’, así que lo que sí es cierto es que mejora la calidad del aire de la estancia en la que se ubique.
Cuidados
La lengua de suegra o de tigre también es una planta muy agradecida y muy sencilla de cuidar. No es muy exigente respecto a la luz, pero prefiere los ambientes luminosos con luz indirecta (importante que no reciba los rayos solares directamente, porque sus hojas se queman con facilidad y se pondrían amarillas). Ante la duda, es mejor que esté a la sombra, aunque su crecimiento sería más limitado.
Respecto al riego, el exceso de agua es su peor enemigo. Por su origen africano, es capaz de sobrevivir con poca agua, así que su riego debe ser moderado y siempre mejor con agua templada. Un aspecto muy importante es que no resiste el frío y es sensible a las temperaturas por debajo de los 12°C.
Por cierto, ten cuidado y procura no tocar sus puntas, porque además de ser afiladas, pueden estropear la planta.
Pachira acuática
La Pachira aquática es una planta tropical originaria de México, que se ha puesto de moda por su atractivo y llamativo tronco trenzado y sus bonitas hojas de cinco puntas, que pueden tener hasta 20 cm de diámetro. Es importante decir que ese tipo de tronco es el resultado de varias pachiras juntas. Cuando esta planta es joven tiene un tronco muy flexible y manejable, por lo que se le puede dar forma, e incluso trenzar, sin dañarla.
Además, en él, al igual que sus parientes los Baobabs, almacenan agua para posibles sequías (por lo que ya te adelanto que necesita poca agua o riego moderado).
Es una planta perenne, de crecimiento lento, que puede alcanzar los ocho metros de altura en forma de cultivo, aunque en su hábitat natural llega a superar los veinte metros.
Creencias
Cuenta la leyenda que sus hojas de cinco puntas recuerdan a los cinco dedos de una mano abierta, que, según la filosofía del Feng Shui, significa que puede atraer dinero.
Pero esta planta también tiene mucho valor en la cultura del Feng Shui porque dicen que sus hojas representan los elementos esenciales: metal, fuego, agua, tierra y madera, atrayendo la energía positiva, la fortuna y la salud.
Cuidados
Los cuidados de la pachira son sencillos, aunque debo decir, por experiencia propia, que es una planta un poco delicada, sobre todo si no se acierta con la luz y el riego adecuados.
Precisamente, en primer lugar, hay que tener especial cuidado con el riego, evitando los encharcamientos a toda costa.
Otro de los factores básicos para que prospere es la humedad ambiental: sería idóneo pulverizar sus hojas a diario, colocar un humidificador o un plato con agua y guijarros bajo la maceta.
Por último, necesita grandes dosis de luz indirecta (nunca directa porque se quemarán sus hojas rápidamente) y vivirá feliz en temperaturas que ronden los 16-25 grados, aunque si tiene un riego adecuado es capaz de soportar temperaturas más elevadas.
Truquitos: si ves que tiende un poco a curvarse, no te alarmes, ¡está buscando la luz! Y si notas que pierde hojas: busca un lugar con un poco más de humedad. ¿Hojas marrones? Casi seguro se debe a que está recibiendo demasiado sol directo. Y si sus hojas se vuelven amarillas, ¡seguro que se te ha ido la mano un poco con el riego!
Las orquídeas
También conocida como Orchidaceae, comenzaremos contando la curiosidad de que su nombre proviene de la palabra griega “orkhis», palabra que parece que hace referencia (con perdón de los lectores), a los testículos. Al parecer, la forma de los dos tubérculos que la planta tiene en la base de sus raíces se asemeja mucho a esta parte del cuerpo de los varones y de ahí que la bautizaran con dicho nombre.
Son plantas tropicales que se caracterizan por sus populares flores, con tres sépalos: dos pétalos y un lobelo, en donde se posa el insecto polinizador. Se trata de una planta monopodial, lo que significa que se desarrolla en un solo eje. Sus hojas nacen en la base de su tallo y suele haber entre 2 y 6.
Las orquídeas, que suelen florecer una o, con mucha suerte, dos veces al año, son consideradas plantas muy sofisticadas y se le atribuyen distintos significados según el color de sus flores: las blancas y las moradas dicen que representan el amor puro y eterno; las amarillas y las rojas, la pasión; las rosas, el amor en general: desde el pasional al de la amistad o el maternal; la azul se asocia al perdón y/o a la armonía etc..
De la misma forma, también tienen connotaciones distintas a la hora de regalarlas: normalmente, regalar una orquídea significa belleza, pero también puede significar lujuria, admiración, aprecio y amor.
Creencias
Lo cierto es que los griegos las consideraban un símbolo de fertilidad y virilidad. Según el Feng Shui las orquídeas son las plantas que representan la dedicación, la delicadeza, el compromiso y la belleza del amor.
En algunas culturas, se cree que las orquídeas promueven la armonía en las relaciones y aumentan la pasión. Incluso se recomienda que se ubiquen en las habitaciones o estancias donde duermen las parejas o los cónyuges.
Cuidados
Como buena planta tropical, agradece mucho estar en ambientes soleados y húmedos, con una temperatura media que ronde los 22 °C. Desde luego no soportan las temperaturas extremas muy frías por debajo de los 10º, ni muy altas, por encima de los 30º.
Sobre el riego, las orquídeas son bastante “especialitas”. Aparte de poder gozar de un ambiente húmedo, no se deben regar mucho, quizá una vez cada 10-14 días, sobre todo en invierno y una vez a la semana en verano y en época de floración. Si se riegan en exceso o se encharcan, sus hojas se volverán amarillas y se irán cayendo hasta morir toda la planta.
No obstante, el método ideal para regar una orquídea es por inmersión, teniendo cuidado de que el agua no llegue nunca a mojar el centro de la planta, es decir, donde nacen las hojas. Tenlas unos 15 minutos sumergidas y deja que escurran el agua sobrante antes de volver a colocarlas donde estaban.