La primavera de 2021 comienza este sábado 20 de marzo a las 10.37 horas (hora oficial peninsular) y tendrá una duración de 92 días y 18 horas, finalizando el 21 de junio con el comienzo del verano, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), del Instituto Geográfico Nacional (IGN) del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Durante esta estación, se producirán dos eclipses. El primero de ellos será el 26 de mayo. Se trata de un eclipse total de Luna que será visible en el este de Asia, Australia, el Pacífico y América, por tanto, no será visible en España.
Y el día 10 de junio tendrá lugar un eclipse anular de Sol que será visible como parcial en Norteamérica, Europa y Asia. La franja de anularidad será visible en el noreste de Canadá, Groenlandia (Dinamarca) y el noreste de Rusia. Este eclipse será visible desde España como parcial.
Asimismo, habrá tres lunas llenas. La primera luna llena de la primavera se dará el 28 de marzo, dándose las siguientes 29 ó 30 días después. Las siguientes lunas llenas serán el 27 de abril y el 26 de mayo.
Y también se podrán ver los planetas: al amanecer serán visibles durante toda la primavera Júpiter y Saturno, mientras que al anochecer se verá Marte durante toda la estación, Mercurio en el mes de mayo y, a partir de finales de abril, Venus.
LLUVIAS DE METEOROS
La primavera dejará también dos lluvias de meteoros. Las dos más importantes serán las Líridas y las Eta acuáridas. La de las Líridas es visible desde el hemisferio norte (también desde el sur pero a un menor ritmo) entre el 16 y el 25 de abril. Tienen una tasa media de actividad de 18 meteoros por hora, y una velocidad de 49 km/s durante varios días.
A pesar de ser una lluvia de meteoros discreta, algunos años la tasa de actividad se incrementa a más de 100 meteoros por hora, pero es difícil predecir en que año se producirán estos «estallidos».
Según el OAN, el 2021 no será un buen año para la observación de las Líridas, puesto que su momento de máxima actividad se producirá un día después de que la Luna alcance su fase de cuarto creciente.
La máxima actividad de la lluvia se espera que tenga lugar entre el 21 y el 22 de abril; pero la Luna, que habrá alcanzado la fase de cuarto creciente el 20 de abril, dificultará la observación durante la primera parte de la noche.
La lluvia de meteoros de las Eta acuáridas es visible todos los años entre el 19 de abril y el 28 de mayo. Su observación es más favorable desde lugares ubicados en el trópico, como las islas Canarias, y en el hemisferio sur, aunque también pueden llegar a ser observadas en el hemisferio norte.
Las Eta acuaridas están asociadas con el cometa Halley, al igual que la lluvia de meteroros de las Oriónidas, que tiene lugar en octubre. Los meteoros de las Eta acuáridas tienen una tasa de actividad de entre 40 y 85 meteoros por hora y una velocidad bastante alta, unos 66 kilómetros por segundo.
Al contrario que las Líridas, el 2021 no será un mal año para la observación de las Eta acuáridas, ya que la Luna decreciente permitirá la observación de la lluvia de meteoros durante parte de la noche.
La máxima actividad de esta lluvia de meteoros se espera que tenga lugar entre el 5 y el 6 de mayo. La Luna, que se encontrará en fase de cuarto menguante el día 3 de mayo, permitirá la observación de los meteoros durante parte de la noche.
CONSTELACIONES
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, la primavera es un buen momento para su observación, pues las noches todavía son largas y hace menos frío que en invierno.
Una de las constelaciones más características de la primavera es Leo, fácil de localizar hacia el sur tras la puesta de Sol por su forma de signo de interrogación invertido. Mirando hacia el norte de Leo, se podrá encontrar la también fácilmente reconocible Osa Mayor. Hacia el este de Leo, destacan las constelaciones de Virgo y del Boyero, cada una con una estrella brillante: Spica en Virgo y Arturo en el Boyero.
El triángulo formado por estas dos estrellas y por Régulo en Leo se denomina triángulo de la primavera, y su localización en el cielo proporciona un buen punto de partida para empezar a explorar el resto de las constelaciones visibles durante la estación.
OBSERVACIONES CON PRISMÁTICOS O PEQUEÑOS TELESCOPIOS
Con grandes prismáticos o un pequeño telescopio, dotados de un filtro lunar adecuado, se puede observar el relieve de la Luna, según el OAN.
Para tener una buena visión de él, el Observatorio recomienda ir observándolo noche tras noche mientras va creciendo la iluminación de la Luna, pues así se ven aparecer nuevos accidentes orográficos.
Cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo (Messier 1).
Con prismáticos, también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
CAMBIO DE HORA
Como es habitual, el horario de verano comienza el último domingo de marzo. Así, a las 2.00 horas de la madrugada (hora peninsular) del domingo 28 de marzo, se adelantarán los relojes hasta las 3.00 horas. Ese día, por tanto, tendrá oficialmente una hora menos.
En estos momentos, el Parlamento Europeo está debatiendo la posibilidad de eliminar los cambios de hora a partir de 2021.
Aunque todavía no hay una decisión firme, el OAN considera «muy posible» que, en un futuro próximo, en la Unión Europea no se vuelva a cambiar de hora en primavera y otoño.