Seguimos conociendo datos de los movimientos que Daniel Sancho realizó en Tailandia después de matar y descuartizar presuntamente a Edwin Arrieta. Si una de las dos mujeres que estuvieron con él al día siguiente de la muerte del colombiano ha revelado que el hijo de Rodolfo Sancho no llegó a acudir a la fiesta de la ‘Luna Llena’ -como se creía hasta ahora- porque la policía le detuvo cuando fue a denunciar la desaparición de su amigo a la comisaría de Koh Paghan, ahora un vecino del joven ha contado la llamativa actitud del chef horas después de asesinar y desmembrar al hombre con el que mantendría una relación íntima desde el pasado mes de enero.
Según este testigo, un hombre bielorruso que se alojaría justo en la villa de al lado a la de Daniel -en la que Edwin habría muerto el pasado 2 de agosto- estuvo con él 24 horas después del atroz crimen del cirujano colombiano, y le llamó especialmente su actitud eufórica y feliz del nieto de Sancho Gracia.
Tal y como este testigo ha contado a ‘El programa del verano’, Daniel estuvo tan ruidoso en la piscina que casi interviene la policía. Aunque asegura que el día que se cometió el asesinato no escuchó ningún tipo de ruido ni nada extraño, al día siguiente las cosas cambiaron y el cocinero español se hizo notar.
Su actitud de euforia llamó su atención, ya que además de saltar a la piscina en numerosas ocasiones haciendo gran ruido, mantuvo una conversación telefónica en español en un tono llamativo: «De las tres a las cuatro estuvo saltando a la piscina y teniendo una conversación muy alta. No sé si era por teléfono o con alguien porque no puedo verlo desde mi casa.. pero en mi opinión alguien más estaba ahí o estaba hablando y bebiendo solo» ha desvelado. Tal escándalo habría armado que sus vecinos se habrían despertado y habrían estado a punto de llamar a la policía.
Una euforia y alegría que ha llama especialmente la atención, puesto que horas antes habría matado y descuartizado a Edwin Arrieta y no encaja esta actitud de felicidad -saltando a la piscina, bebiendo y hablando despreocupado por teléfono- con una persona que se supone que ha matado accidentalmente a otra con la que mantenía algún tipo de relación especial.
Al día siguiente de esta ‘fiesta nocturna’ en solitario fue cuando Daniel habría denunciado la desaparición del colombiano, habría sido detenido y habría visitado la villa con la policía tailandesa para hacer una reconstrucción de los hechos. Y, como aseguran los vecinos -conmocionados y en shock por el atroz crimen- el hijo de Rodolfo Sancho estaría «tan ancho, como si nada, con una actitud súper chulesca». Una actitud fría que habría impresionado a todos los presentes durante el registro de la habitación en la que presuntamente acabó con la vida de Arrieta.