Decir Danza Invisible es hablar de un grupo de amigos que, cuarenta años después, siguen disfrutando cuando se suben al escenario para tocar juntos una música que en sus orígenes, a principios de los 80, impactó en la Movida madrileña por sus influencias británicas y por la calidad de su directo.
Aquellos orígenes están reflejados en el documental «A este lado de la carretera. Danza Invisible y la magia de Torremolinos», que ha dirigido José Antonio Hergueta y cuyo estreno este viernes en Málaga ha propiciado en la víspera un reencuentro de sus cuatro miembros actuales -Javier Ojeda, Chris Navas, Manolo Rubio y Antonio Gil- y de quien fue el fundador, Ricardo Texidó.