En una época en la que no existía el correo electrónico, cuando las cartas se escribían a mano o a máquina, se echaban al buzón y tardaban varios días en llegar a destino con un sello estampado, los escritores Miguel Delibes y Francisco Umbral cruzaron más de trescientas entre 1960 y 2007.
El cazador que escribía y el dandy de las letras intercambiaron confidencias, se pidieron opinión, compartieron desvelos, se hicieron favores, aventaron dudas y se consolaron mutuamente tras la pérdida de seres queridos como queda de manifiesto en el libro «La amistad de dos gigantes», presentado este miércoles en Valladolid.