Will Smith tiene una oportunidad de oro para encaminar su carrera hacia la redención definitiva. Y aunque sorprenda a más de uno tras el veto impuesto por la Academia como consecuencia y castigo por la bofetada a Chris Rock, tiene que ver con los Óscar. Y es que antes del dichoso ‘slapgate’ (término creado por los medios estadounidenses para referirse al escándalo), el actor apuntaba a la gloria cinematográfica con otra posible nominación a través de una película que, cuando aún faltaba un año para su estreno, se rumoreaba como fuerte candidatas a los premios de 2023.
Se trata de Hacia la libertad (o Emancipation en su versión original), una producción que aparentemente traspira Óscar por los cuatro costados pero que su productora, Apple, pospuso tras la bofetada para evitar que se viera salpicada por la polémica. Sin embargo, el estudio ha recapacitado y anunciado su estreno el próximo mes de diciembre junto al lanzamiento del tráiler. Justo para sumarse a la temporada de premios, regalándole a Will Smith una plataforma que puede servirle de lujo si sabe aprovecharla.
Will Smith está vetado por la Academia. De eso no habría vuelta atrás y en los próximos diez años no podrá ni participar ni asistir a ningún evento de la institución, incluyendo los Óscar. Pero no hay ninguna norma que no diga que no puede estar nominado. O que sus películas no puedan participar como candidatas. Y aquí entra en juego Hacia la libertad.
Dirigida por un director cinematográficamente visceral como Antoine Fuqua (Training Day, The Equalizer: El Protector), se trata de un thriller de acción sobre un esclavo que logra huir de su plantación, plasmando su travesía al norte del país para sumarse al Ejército de la Unión y luchar en la Guerra Civil. Una historia basada en hechos reales e inspirada en una fotografía que plasmaba las cicatrices de un esclavo tras ser brutalmente abusado en una plantación.
Hacia la libertad era de los títulos más comentados entre aquellos con opciones para entrar en la temporada de premios actual antes de la bofetada. Y no es para menos: contexto histórico, esclavitud, racismo y una trama de rectitud analítica con un actor que, pre escándalo, era de las estrellas más queridas por el público y la industria. Y sin sacar conclusiones apresuradas, creo que los pocos minutos que vemos de Will Smith en el tráiler nos dejan entrever la que podría ser su interpretación más cruda y dramática en mucho tiempo. Quizás la más intensa de su carrera.
Ahora que la película se estrenará en cines de EE.UU. el 2 de diciembre para luego aterrizar en la plataforma de Apple TV+ siete días más tarde, tiene opciones para entrar en los Óscar. Imagino que para Apple no fue una decisión fácil de tomar. Después de todo, las migajas del ‘slapgate’ continúan en el aire, colocando la película en un precipicio promocional con el acecho del escándalo pisándole los talones. Porque si Will Smith la promociona a través de entrevistas, una sola declaración sacada de contexto o equivocada, puede empañar su campaña. Es lo que pasa cuando tienes un personaje rodeado de polémica reciente.
Sin embargo, Apple necesita estrenarla. No olvidemos que se trata del estudio que hizo historia como la primera plataforma en ganar el premio mayor en los Óscar este mismo año con CODA. Es decir, este es el momento de volver y seguir dejando huella. Y con la preciosa Bailando por la vida habiendo pasado casi desapercibida y Killers of the flower moon de Martin Scorsese todavía en producción, Hacia la libertad sería su única opción. Y, al parecer, una potente. Porque más allá del drama semibiográfico de Steven Spielberg, The Fabelmans, no existe una fuerte contrincante en la conversación. Y como todavía está por verse qué pasará y qué reacciones provocarán Babylon, Avatar: el sentido del agua y Black Panther: Wakanda Forever, pues Hacia la libertad todavía tiene el camino abierto.
Es evidente que, aunque puedan nominarlo, es más que probable que Will Smith no consiga una nominación a mejor actor. El escándalo es demasiado reciente y los académicos probablemente comulguen más con la idea de mantener el mensaje de dar una lección de intolerancia a la violencia, que regalarle la redención tan fácilmente. Pero el actor sí tiene una oportunidad redonda.
Después de la cansina campaña de ‘yoísmo’ que hizo para El método Williams, elevando más las anécdotas de vida personal y marital a raíz del lanzamiento simultáneo de su libro que la promoción de la película (hartó tanto que se abrió una petición de firmas para pedir que la prensa no volviera a entrevistarlo), quisiera creer que Will Smith habrá hecho balance sobre qué quiere saber el público de él y sus trabajos. Y si hace campaña promocional de Hacia la libertad podrá aplicar lo aprendido, ayudando a la película y al estudio a llegar lejos por encima de la polémica. Es decir, quitándose los focos para dárselos a la película, hablando de la bofetada cuando haga falta pero minimizando su importancia para dar al filme el lugar que necesita para llegar a los Óscar.
Si Will Smith no sigue la misma estrategia que hizo durante la campaña de El método Williams y no usa la película como plataforma para hablar de sí mismo, estaría dando más espacio a su trabajo como actor, su esfuerzo y entrega, pero también la de todos los implicados en el proceso. Si lo consigue, si eleva la película por encima del escándalo y la ayuda a llegar lejos, entonces podría abrir la puerta a la redención y el perdón de Hollywood.
Si la Academia nomina la película en categorías importantes, colocarían su nuevo trabajo en la conversación del mundo y de los votantes. Y aunque no lo nominen, haría que su figura esté presente desde el ámbito profesional. Como el actor ganador de un Óscar protagonista de una película candidata, y no como la estrella estrellada por una bofetada.