En 2004, el planificador financiero y escritor Tom Corley se propuso llevar a cabo un estudio de cinco años sobre los «Hábitos de los Ricos» para explorar cómo piensan las personas más ricas del mundo sobre su dinero. Cada uno de los 225 millonarios a los que entrevistó se clasificó en una de las cuatro categorías:
- Ahorradores-Inversores: No importa cuál sea su trabajo diario, hacen del ahorro y la inversión parte de su rutina diaria. Están constantemente pensando en formas inteligentes de hacer crecer su riqueza.
- Escaladores de empresa: Los escaladores trabajan para una gran empresa y dedican todo su tiempo y energía a ascender en la escala corporativa hasta que consiguen un puesto de alto ejecutivo, con un salario extremadamente alto.
- Virtuosos: Están entre los mejores en lo que hacen y se les paga un alto precio por sus conocimientos y experiencia. La educación formal, como los títulos avanzados (por ejemplo, en derecho o medicina), suele ser un requisito.
- Soñadores: Los individuos de este grupo persiguen un sueño, como montar su propio negocio, convertirse en un actor, músico o autor de éxito. Los soñadores aman lo que hacen para ganarse la vida, y su pasión se refleja en sus cuentas bancarias.
La ruta del ahorrador-inversor es la que menos riesgo requiere, al menos en comparación con perseguir un sueño empresarial o una pasión artística. Pero el 88% de los millonarios que entrevistó Corley dijeron que el ahorro, en particular, era fundamental para su éxito financiero a largo plazo.
El millonario medio de su estudio tardó entre 12 y 32 años en acumular un patrimonio neto de entre 3 y 7 millones de dólares.
A continuación, Corley muestra los tres hábitos más comunes de un rico y que cualquiera puede adoptar:
1. Automatizaron y ahorraron el 20% del sueldo neto
Todos los ahorradores-inversores del estudio ahorraban sistemáticamente el 20% o más de su sueldo neto. Muchos lo consiguieron automatizando la retirada de un porcentaje fijo de su sueldo neto. Normalmente, el 10% se destinaba al plan de pensiones de la empresa y el otro 10% se dirigía automáticamente a una cuenta de ahorro independiente.
Una vez al mes, los ahorradores-inversores transferían su ahorro mensual acumulado del 10% a una cuenta de inversión.
Incluso si el 20% es demasiado elevado en este momento, ahorrar un porcentaje menor de forma constante puede ayudarle a alcanzar sus objetivos financieros para el futuro.
2. Invierten regularmente una parte de sus ahorros
Los millonarios invierten constantemente sus ahorros, su dinero con lo que ganan con el tiempo. Cuando empezaron, este interés compuesto no era muy significativo. Pero, al cabo de 10 años, empezaron a acumular una riqueza importante. Hacia los últimos años de su vida laboral, el patrimonio de los ricos entrevistados creció hasta una media de 3,3 millones de dólares.
Los millonarios que persiguieron un sueño y crearon un negocio (también conocidos como los empresarios soñadores) no tuvieron la capacidad de invertir sus ahorros, especialmente en las primeras etapas de la persecución de sus sueños. Los ahorros que tenían se utilizaban como capital de trabajo para financiar su sueño.
Sin embargo, es interesante que una vez que la mayoría de estos empresarios lograron el éxito en forma de flujo de caja disponible, inmediatamente comenzaron a invertir sus ganancias.
3. Son extremadamente frugales
Uno de los denominadores comunes de los inversores-ahorradores, de los escaladores de grandes empresas y los virtuosos millonarios hechos a sí mismos del estudio de Corley era ser frugal, es decir, moderado.
Para estos millonarios, la frugalidad comenzó en el momento en que recibieron su primer sueldo. Para los soñadores-empresarios, comenzó en el momento en que su sueño creó suficiente flujo de caja como para permitirles ahorrar e invertir.
Ser conservador y tener la cabeza fría con el dinero requiere tres cosas:
- Conciencia: Ser consciente de cómo se gasta el dinero.
- Centrarse en la calidad: Gastar el dinero en productos y servicios de calidad.
- Comprar a precio de ganga: Gastar la menor cantidad posible buscando el precio más bajo.
Por sí solo, ser frugal no te hará rico. Es sólo una pieza del rompecabezas de los «Hábitos de Riqueza», y hay muchas piezas. Pero te permitirá ahorrar una mayor cantidad de dinero. Y cuanto más ahorres, más dinero podrás invertir.
