El Etna, el mayor volcán activo de Europa, en la isla italiana de Sicilia (sur), ha aumentado su altitud en 33 metros tras las últimas erupciones en su cráter sureste, ahora su nueva cumbre a 3.357 metros sobre el nivel del mar.
El Instituto italiano de Geofísica y Vulcanología (INGV) confirmó que el cráter sureste es ya «mucho más alto» que su «hermano mayor», el noreste, que con sus 3.324 metros había sido el pico indiscutible del Etna en las últimas cuatro décadas.
Las capas de lava y material piroclástico expulsados en las frecuentes erupciones se han acumulado en el cono del cráter sureste, el más joven y activo, y han ido transformando su morfología desde el 16 de febrero, cuando se produjo el primer episodio del 2021.
La última erupción de este cráter del Etna tuvo lugar ayer lunes, con abundantes emisiones de lava y columnas de ceniza.
Pero los datos difundidos por el INGV no contemplan está última explosión, ya que corresponden a un estudio con datos del mes de julio, dentro de la iniciativa internacional «Geohazard Supersites and Natural Laboratories».
El análisis y el procesamiento de imágenes satélite adquiridas los días 13 y 25 de julio permitió la reconstrucción topográfica del Etna, con un margen de error de 3 metros.
Desde 1980, el cráter noreste estaba considerado el más alto del volcán siciliano: tras alcanzar una cota máxima de 3.350 m en 1981, sus bordes se fueron erosionando hasta los 3.324 m actuales.
Por tanto, el nuevo pico del Etna, con 3.357 metros sobre el nivel del mar, ostenta el «récord» de altura del monte registrado hasta la fecha.