El Hermitage de San Petersburgo, el museo más grande de Rusia y uno de los más importantes del mundo, abrió hoy al público su fondo de conservación de esculturas antiguas, formado por más de 200 piezas de maestros de la antigüedad y reproducciones de los siglos XVII-XIX.
«Las colecciones de los museos deben ser accesibles, pero esa accesibilidad no es sencilla sino compleja, y una de las formas de hacer accesibles las obras de arte radica en abrir al público los fondos de conservación», afirmó el director del museo Mijaíl Piotrovski, durante la inauguración virtual de la muestra.