Laponia, ese territorio frío y lejano que se extiende en la zona más septentrional de la Península escandinava. Si pensamos en él, seguramente, lo primero que nos venga a la cabeza sea hielo, frío, lapones, iglúes, renos y pingüinos. Sin embargo, Laponia es mucho más que eso. Por ejemplo, en esta región cercana al Polo Norte, las auroras boreales surcan el cielo, el sol no se pone durante meses y tiene su residencia uno de los personajes más famosos del mundo entero: Papá Noel.
Y como allí vive Papá Noel, se ha creado toda una serie de infraestructuras destinadas al ocio para divertir a todos los visitantes que allí se acercan cada año. El SantaPark Arctic World, en las afueras de Rovaniemi, la capital de Laponia, es un parque de atracciones cubierto votado como «el principal destino navideño del mundo», donde los visitantes pueden asistir a la Escuela de Elfos, visitar la Oficina de Santa, explorar una Galería de Hielo e incluso cruzar el Círculo Polar Ártico bajo tierra, entre otras atracciones navideñas.
Para que todo el mundo esté cómodo, el parque cuenta con el recientemente inaugurado Arctic TreeHouse Hotel, un complejo de 32 cabañas prefabricadas con patas sobre pilotes inspiradas en el paisaje circundante y el misticismo que rodea a este barbudo señor que cada año nos trae regalos en Navidad y que es el hotel con encanto de esta semana.
“La inspiración para el concepto de alojamiento, ubicado en una pendiente natural empinada, provino de la naturaleza y la cultura nórdicas, así como del mundo mágico de SantaPark”, señalan sus creadores de Studio Puisto.
Las cabañas con tejas se asemejan a un rebaño de vacas piñas, un juguete tradicional finlandés hecho con un cuerpo de piña y patas de palo. Como si estuvieran pastando pacíficamente en una ladera empinada, la disposición de estas cábalas permite disfrutar de una vista directa de la aurora boreal.
Como un Piaule finlandés, las 32 cabañas del hotel paisajístico flotan suavemente sobre el suelo sobre pilares para minimizar su impacto ambiental debajo. Los techos verdes ayudan a mitigar la escorrentía de agua y reemplazan la huella del edificio en la vegetación de arriba. Sus exteriores de tejas están hechos de madera finlandesa sostenible, mientras que en el interior, los acabados claros crean una experiencia ártica brillante. Inspirado en la comodidad de un nido, el interior nórdico está adornado con pieles y sábanas de felpa en grises y blancos neutros, reflejando el suelo cubierto de nieve en el exterior.
Las cabañas varían en distribución. Algunas albergan una pequeña cocina, mientras que otras solo tienen un área para dormir y un baño. Convenientemente, algunos conjuntos de cabina se pueden combinar para formar una suite familiar, que se reorganiza para proporcionar un espacio habitable o camas adicionales. En algunos, un espacio de acceso con paneles de madera esconde una cama pequeña, perfecta para huéspedes pequeños.
Para que los visitantes puedan disfrutar de una experiencia inmersiva en la naturaleza y del espectáculo que ofrecen las auroras boreales, las cabañas disponen de unas ventanas del piso al techo en la pared norte y se ha cuidado que la contaminación lumínica al aire libre sea mínima. “Solo hay suficientes luces para una accesibilidad segura. Algunos árboles, elegidos deliberadamente, se han encendido para que sirvan de puntos de referencia. Durante las tardes y noches, los edificios brillan en el terreno como linternas, proyectando sombras interesantes invitando a entrar en el cálido interior” explican.