Nació un 1 de Mayo y, tal vez por ello, la inspiración siempre le encontró trabajando.
Gèrald Charles Genta, el Picasso de la Relojería, cumpliría este mes 91 años. Considerado el mayor y más influyente diseñador de relojería del siglo XX, se convirtió por méritos propios en el decano de los relojeros y en el ideólogo del concepto alta relojería, desarrollando una prolífica carrera que le llevó a crear, durante sus 50 años de actividad, alrededor de 100.000 relojes.
Desde muy joven y hasta su fallecimiento en 2011, el Maestro estuvo volcado en cuerpo y alma en la que fue su auténtica pasión: el arte de la relojería mecánica.
Ginebra fue la ciudad que le vio nacer en 1931. De madre suiza y padre italiano, con su Diploma Federal de Estudios de Orfebrería bajo el brazo y un elocuente e innato talento, era natural que el joven Gerald fuera contratado por una de las más reconocidas Firmas helvéticas de Cronógrafos de la época.
La aplicación de sus conocimientos de diseño en joyería, unido a la recién adquirida habilidad y experiencia, junto a su espíritu visionario sin igual, pronto le llevaron a enfocarse en la creación artística de relojes, logrando incluso instituir la que hasta entonces era una inexistente figura profesional en el sector: diseñador de relojería.
Con 23 años, y tras una corta pero provechosa experiencia profesional, llegaría su primer logro y el que supuso el mayor éxito para la firma suiza Universal Geneve al contar con uno de los diseños del joven Genta: el reloj SAS Polerouter.
El Polerouter nació de la necesidad de crear un instrumento de mano fiable y preciso, capaz de soportar las bajas temperaturas y los altos campos magnéticos de la región polar que atravesaba la recién establecida línea comercial entre Copenhague y Los Ángeles, en 1954. Una vez superadas las durísimas pruebas a las que fue sometido, el Polerouter se convirtió en el reloj oficial que acompañaría en su vuelo a todos los pilotos de la SAS (Scandinavian Airlines System).
Gerald Charles Genta se caracterizó por ser un diseñador disruptivo y cada una de sus propuestas parecían dirigidas a romper y transformar los rígidos cánones del inmovilista sector de la relojería de alta gama.
Apoyándose en su genialidad y en la libertad de expresión artística que Genta defendía, supo imponer y aplicar su particular -y tal vez genética- visión creativa, fusionando los valores tradicionales de la relojería suiza con el audaz e innovador estilo italiano en cada uno de sus diseños.
A lo largo de su fructífera carrera profesional, cada reloj que Gerald Charles Genta realizó, fuese un encargo particular o bajo contrato para alguna de las prestigiosas firmas con las que colaboró, llevaba siempre su inconfundible sello personal.
En 1959, Omega solicitó a Genta la revisión y actualización de la emblemática colección Constellation, su buque insignia.
Gracias al éxito que supuso el restyling realizado por el Maestro, la marca fundada en La Chaux de Fonds se revitalizó, consiguiendo así mantenerse muy bien posicionada durante décadas y fuertemente consolidada hasta nuestros días.
Fue precisamente a partir del diseño de este modelo Constellation que Gerald Genta comenzó a ser percibido y reconocido como un “diseñador estrella”.
De su inquieto espíritu vanguardista nacieron las ideas más innovadoras que transformaron para siempre la forma de leer la hora y de entender el arte de la relojería.
Sus diseños, a la vez transgresores y transversales, mostraban con provocativo orgullo los hasta entonces temas tabú para la industria relojera: tornillos y piezas mecánicas a la vista; la vulgar robustez deportiva en un reloj de lujo; el 2 en 1 del brazalete y la caja totalmente integrados o la exhibición sobredimensionada del nombre de la marca fuera del dial, como valor diferenciador.
Así, de su arriesgada y brillante mente creativa, surgieron los relojes más icónicos que marcaron un antes y un después en la historia de la relojería contemporánea.
Aunque sería imposible citarlos uno por uno, entre los diseños más célebres de Genta se encuentran el Royal Oak de Audemars Piguet, el Nautilus de Patek Philippe, el Ingenieur de IWC o el Pashá de Cartier.
También es reseñable el curioso y extraño caso King Midas, el reloj de oro macizo más pesado del mercado, creado para Rolex en edición limitada; o el Bvlgari-Bvlgari diseñado para la reconocida firma de alta joyería Bulgari, su primer reloj y a la postre el que introdujo al célebre joyero italiano, con un rotundo éxito, en el universo relojero.
Royal Oak de Audemars Piguet.
El reloj creado del sueño de una noche de verano con el que Genta, en 1970, hizo frente a la “crisis del cuarzo” y cambió el curso de la Historia de la alta relojería suiza.
Nació el nuevo estilo deportivo chic.
Nautilus de Patek Philippe.
En 1976 Genta diseñó el Nautilus inspirándose en la escafandra de un buzo. A día de hoy continúa siendo un símbolo de la sofisticación deportiva.
Ingenieur de IWC
Equipado con una protección antimagnética proporcionada por una caja de hierro dulce, este modelo se diseñó especialmente para profesionales expuestos a fuertes campos magnéticos, de ahí el nombre “Ingenieur”.
En 1969 Gerald Charles Genta crea su marca homónima, Gerald Genta, al margen de continuar diseñando para las más importantes marcas de relojería.
En sus Talleres, con más de 250 maestros relojeros y profesionales, llevó a cabo ideas sin precedentes, combinando el diseño de nuevas formas y distintos materiales con el desarrollo de grandes complicaciones mecánicas. Su característico estilo y cualitativo trabajo, influenciado en gran medida por innovadores artistas y pintores, rápidamente se ganó el respeto y un lugar destacado en la industria relojera, adquiriendo gran reconocimiento entre coleccionistas y entusiastas del arte relojero en todo el mundo. Una de sus creaciones más famosas, el Grand Sonnerie, que reproducía el sonido del Big Ben, fue considerado uno de los relojes de pulsera más sofisticados hasta el momento. Realizado a mano y tras 5 años de investigación y desarrollo, fue considerado una verdadera obra maestra del arte de la alta relojería.
Después de tres décadas, el grupo Bvlgari adquirió su Marca en 1999, lo que a Gerald Genta le permitió, a sus 70 años, centrar y dedicar de nuevo todo su tiempo al arte y el diseño.
Sólo pasarían dos años desde que Genta saliera fuera de la escena relojera, para volver y crear, en 2001, un nuevo escenario: la firma Gerald Charles, en referencia a su completo nombre de pila.
Pese a su avanzada edad, Genta continuó creando y liderando la firma como Diseñador jefe de Gerald Charles hasta 2011, fecha en que se produjo su fallecimiento a los 80 años.
Su legado y patrimonio, en forma de un amplio registro de bocetos y diseños, fue transferido al Archivo de la marca que en la actualidad custodia y dirige la familia Ziviani.
Los valores de Genta, como la independencia y el libre e innovador espíritu creativo, continúan intactos en las bases de la filosofía empresarial de Gerald Charles.
Siguiendo el ideario y el concepto de alta relojería de Genta, Federico Ziviani, su actual CEO -y sobrino de quien dirigiera junto a Genta la marca suiza-, mantiene que cada reloj Gerald Charles es y será creado bajo los principios y técnicas heredadas de la más pura tradición artesanal. Es por ello que sus colecciones son siempre restringidas o producidas en edición limitada. Con ello además se garantiza el principio de exclusividad de la marca.
La última colección de Gerald Charles, Maestro, es in duda un homenaje a su fundador, sobrenombre con el que era conocido y también reconocido por la industria.
Sin embargo, la fuente de inspiración en la que se basó Genta para realizar el diseño de la asimétrica caja del reloj Maestro, proviene de otro “maestro” de la arquitectura -sobresaliente figura del barroco- nacido en Suiza y, también como él, de origen italiano: Francesco Borromini (1599/1667).
Cada reloj Gerald Charles posee el sentido de estilo italiano, el concepto de excelencia de la alta relojería suiza y la firma de la eterna inspiración de su fundador: el Maestro.
Se nos fue el genio, aunque su historia e impagable contribución a la cultura relojera permanece a través del legado de su obra que continúa muy viva en el adn y en el latido de cada nuevo reloj GERALD CHARLES.
La prestigiosa firma suiza, con sede en Lugano, posee una selectiva y restringida distribución internacional, estando presente sólo en las más exclusivas joyerías de lujo. Desde Abril de 2022, los excepcionales relojes GERALD CHARLES se encuentran en las vitrinas de las Boutiques Chocrón de Madrid, Marbella y Ceuta a disposición del público español. Así, clientes, coleccionistas y entusiastas de la relojería de prestigio, ahora también pueden disfrutarlos y adquirirlos en nuestro país.
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