El artista Jordi Bernadó ha reunido este domingo en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona a unas 2.000 personas anónimas, habitantes de la ciudad, para sacarles una fotografía que pretende captar la esencia de la capital catalana y revelar su diversidad.
Las personas que han llenado casi por completo el foro operístico se habían presentado voluntarias para participar en esta iniciativa artística y pertenecían a 58 nacionalidades, hablaban 25 idiomas diferentes y tenían edades que iban de los pocos meses hasta los 105 años.