Las fachadas en Glasgow se entienden como un lienzo; por eso, la ciudad escocesa ha decidido abrazar el sentir de sus artistas urbanos con un colorido proyecto que abandera esta controvertida forma de creatividad en el corazón de la urbe.
Sus edificios altos en pleno centro no dejan indiferente. Los artistas callejeros decoran la ciudad con el beneplácito del ayuntamiento, haciendo valer su eslogan de “People Makes Glasgow” (“La gente hace a Glasgow”), visible desde cualquier rincón.
“Es una forma de atraer el arte callejero que comenzó a poblar las calles” de la ciudad desde 2014, asegura a Efe el responsable del área de regeneración del consistorio, John Foster, que dirige el proyecto “City Centre Mural Trail” (“Circuito de los Murales del Centro de la Ciudad”).
La iniciativa la toman los artistas, que “se acercan al ayuntamiento (…) con el concepto, identifican un potencial espacio y juntos exploramos las oportunidades”, explica Foster. Ese proceso incluye “identificar al propietario del edificio y obtener permisos, como un proyecto de planificación”.
En un paseo por el corazón de la ciudad se pueden encontrar hasta catorce de la casi treintena de murales de grafitis que de forma oficial forman parte del proyecto.
“Procuramos ofrecer tanta creatividad como sea posible”, expresa el responsable que destaca que la temática es diversa, aunque no se acepta “nada de política, religión o fútbol”. “Tratamos de alejarnos” de esos asuntos por “el potencial desprestigio” para la ciudad, cuya población se divide entre católicos, que suelen ser aficionados del Celtic Glasgow, y protestantes, que apoyan al Glasgow Rangers.
“Al margen de eso, el cielo es el límite”, asevera Foster.
Según el ayuntamiento, la iniciativa ha tenido una respuesta “abrumadoramente positiva” e incluso ha despertado el interés de “diferentes partes del mundo” para desarrollar proyectos similares, como San Diego y Newburyport, en Estados Unidos, o Dundee y Nottingham, en Reino Unido.
UNA CIUDAD CON MUCHO ARTE
“Hay piezas artísticas y murales por toda la ciudad”, asegura a Efe Jenny Benson, propietaria de una agencia turística que ofrece paseos a pie por la localidad.
“Glasgow es una ciudad artística de cualquier manera (…) y tener arte callejero da a la gente cultura, cosas que poder hacer, a los niños acceso al arte”, señala.
Los murales reflejan y exploran el paso de la historia por las calles de la metrópoli escocesa. Desde sus orígenes, con la representación de “dos piezas preciosas” por el artista Smug de los fundadores del primer asentamiento en Glasgow, ‘Saint Mungo y Saint Enoch’, hasta un mural conmemorativo del paso por la ciudad de la comunidad indígena con motivo de la pasada Cumbre del Clima COP26, explica Benson.
El mural de Saint Mungo es la sexta fotografía más subida a la plataforma Instagram en el Reino Unido, según la web de comercio electrónico “I want Wallpaper”.
La empresa de Benson, quien reconoce que “hay gente a la que no le gusta tener murales en la ciudad”, ofrece recorridos diarios de 90 minutos de duración con visita a al menos diez grafitis únicos, destaca Jenny, ya que “las paredes cambian cada semana”.
“Creo que los murales son arte y embellecen la ciudad, tienen algo que decir”, señala a Efe la joven glasguana, Ashia Campbell.
“Son hermosos, iluminan el lugar”, dice por su lado una pareja de turistas galeses, que destacan uno que se les ha quedado “grabado en la mente”, el del “señor mayor con un gorro, hablando a un pequeño pájaro -un petirrojo-”, en referencia al mural de Saint Mungo.