El alquiler medio anual de una villa en el emirato aumentó un 26% interanual en febrero para alcanzar los 295.436 dirhams (unos 75.570 euros), según CBRE. Mientras tanto, el alquiler de los apartamentos se disparó un 28% hasta los 99.737 dirhams/año (25.510 euros). Mientras que no paran de crecer las operaciones de compraventa y sus precios: las villas crecieron un 14% en febrero mientras que los pisos lo hicieron un 11%.
Aun así, este aumento de los precios no está disuadiendo a los inversores ni a los promotores inmobiliarios. El número de transacciones en febrero se disparó un 43,9% hasta las 8.515 operaciones.
Las ventas se vieron impulsadas principalmente por el regreso de las ventas sobre plano, cuando las casas se venden antes de su construcción. El número de este tipo de propiedades aumentó un 78,1% en febrero, mientras que las ventas en el mercado secundario aumentaron un 18,8%.
La demanda de propiedades residenciales en Dubái está en auge a medida que el Gobierno maneja la pandemia y sus políticas de visados atraen a más compradores extranjeros. Los precios de las viviendas y los alquileres han aumentado en medio de una afluencia de rusos que buscan proteger su riqueza después de la invasión de Ucrania, y a medida que los inversores israelíes, los criptomillonarios y los ejecutivos de fondos se establecieron en la ciudad del emirato.
“Hemos visto un comienzo de año más fuerte, en términos de demanda”, afirmó Taimur Khan, jefe de investigación de CBRE. “Los promotores, que en su mayoría retrasaron nuevos proyectos en los últimos dos años, están volviendo a construir ya que ven una fuerte demanda”.
Muchas promociones en Dubái venden propiedades y los compradores pagan a plazos, a veces incluso antes de que se haya colocado un solo ladrillo. Aunque los promotores están construyendo más propiedades sobre plano, la escala de construcción no es la misma que en 2014, cuando se llegaron a levantar miles de viviendas, agregó Khan. La mayor parte de los desarrollos están cerca de los vecindarios existentes y están algo más limitado debido a los costes más altos de los materiales y al crédito más estricto que frente a hace casi una década.