Su fórmula es el secreto mejor guardado del imperio Chanel, que celebra este miércoles los cien años de un éxito histórico que revolucionó el mundo de la moda y la perfumería. Su nombre es enigmático y minimalista, pero el Nº5 de Chanel esconde más que un gran triunfo empresarial.
Gabrielle Chanel conoció en Niza al perfumista francorruso Ernest Beaux, que hasta la Revolución de los Bolcheviques había trabajado en la corte de los zares.