Ya sean trajes, relojes o coches, las marcas que James Bond utiliza en sus películas pueden llegar a convertirse en iconos del cine que traspasan la gran pantalla. Ahí están como ejemplos el Rolex Submariner, el Aston Martin DB5 o el Lotus Esprit S1. El agente 007 también tiene licencia para navegar y en más de una ocasión se le ha visto surcar las aguas, ya sea por placer o en plena persecución, a bordo de auténticas joyas flotantes. En ‘Sin tiempo para morir’, la última entrega de la saga cinematográfica que se estrena el 30 de septiembre, el barco de Bond será el Spirit 46.
Este majestuoso velero de madera es el elegido por Bond -encarnado por última vez por el actor Daniel Craig– para disfrutar de Jamaica una vez ha decidido dejar el servicio activo. Aunque la de 007 no será una jubilación ni plácida ni definitiva, lo cierto es que esta creación del astillero británico Spirit Yachts saciaría las exigencias de un propietario con un estilo de vida tan sibarita como el del personaje de Ian Fleming.
El Spirit 46, de 14,5 metros de eslora por 2,85 de manga, luce una silueta clásica y elegante inspirada en los veleros de 1930, si bien en realidad se trata de una máquina moderna y liviana -apenas 4,5 toneladas de desplazamiento- capaz de planear a 18 nudos de velocidad.
Con su proa afilada, un francobordo bajo y una cubierta despejada, es un barco ideal para combinar su carácter deportivo y su potencial como crucero, ya que además puede ser fácilmente transportado por tierra. Todo lo necesario para controlar la embarcación están orientados hacia popa, lo que facilita la navegación en solitario, mientras que en regata bastará con una tripulación de cuatro efectivos.
La embarcación puede acoger hasta cuatro invitados a bordo para pasar un fin de semana. En proa se ubica una cabina con cama en forma de V separada del salón, cuyos sofás pueden convertirse en literas anchas. La cocina, por su parte, es simple pero funcional.
«El Spirit 46 es uno de los diseños originales de Spirit Yachts y es un ejemplo del nivel de artesanía y atención a cada detalle que hay en cada barco Spirit», describe Sean McMillan, director ejecutivo y jefe de diseño del astillero inglés, quien considera que el modelo. «se adapta muy bien al carácter de Bond debido a la combinación de belleza y practicidad».
La asociación de Spirit Yachts con las películas de James Bond (EON Productions, Metro Goldwyn Mayer Studios y Universal Pictures International) comenzó con ‘Casino Royale’ (2006), largometraje en el que 007 y Vesper Lynd navegan rumbo a Venecia a bordo de un Spirit 54. «Las películas de James Bond son un pilar de la cultura británica y nos sentimos honrados de continuar nuestra asociación con una marca tan icónica», explica McMillan.
MIEMBROS ILUSTRES DE LA SAGA FLOTANTE
‘Desde Rusia con amor’ (1963). Es la primera película de 007 en la que una embarcación adquiere protagonismo. En concreto, Sean Connery y Tatiana Romanova interpretaron una persecución a bordo de una lancha Fairey Huntress (7,3 metros de eslora) en la que lograron escapar de los enemigos. Esta famosa escena ayudó al astillero a popularizar sus barcos en toda la costa británica durante la siguiente década.
‘Vive y deja morir’ (1973). Otra escena asociada al navegante James Bond es la de Roger Moore escapando en un bote a toda velocidad por los canales de Louisiana durante una persecución, escena que culmina con la embarcación del agente británico saltando por encima del coche del Sheriff. La lancha rápida, una Glastron GT 150 (4,57 metros de eslora por 2,10 de manga y 450 kg) equipada con un motor fueraborda Evinrude de 135 caballos, estableció un récord Guinness con esa acrobacia al alcanzar los 33,5 metros de altura. La Fundación Ian Fleming compró el barco para su colección de objetos de 007, así como la embarcación perseguidora, una Glastron V 145 Firelite.
‘Moonraker’ (1979). Otra persecución en barco, ahora por el río Amazonas con Roger Moore intentando zafarse de los secuaces ‘Tiburón’ y Hugo Drax. Fue una batalla entre dos modelos de lanchas rápidas Glastron. Bond empleó una CV-23HT (del que sólo se fabricaron 300 unidades), eso sí, equipada en la ficción con torpedos, minas flotantes y ala delta. Para muchos seguidores, esta embarcación es la versión flotante del Aston Martin DB5. Sus enemigos navegaban en dos Glaston SSV-189.
‘Nunca digas nunca jamás’ (1983). Con Sean Connery al servicio secreto de su majestad, el yate ‘Nabila’ era el cuartel general flotante de Maximilian Largo. Se trata de una embarcación de 85 metros de eslora creada por el astillero italiano Benetti como uno de los más grandes y lujosos del mundo de la época. Fue encargado en 1979 por el multimillonario Adnan Kashogi, quien se vio obligado a venderlo en 1986 tras verse involucrado en un escándalo de tráfico de armas. Primero pasó a manos del sultán de Brunei y sólo dos años después a las de Donald Trump, quien lo rebautizó como ‘Trump Princess’. El último propietario del barco que se le conoce es el príncipe saudí Al Waleed Bin Talal. El barco fue elegido para el remake cinematográfico de Operación Trueno, convirtiéndose en el nuevo Disco Volante.
‘GoldenEye’ (1995). Esta vez son los malos de la película, en concreto Xenia Onatopp, quienes presumen de barco, el yate de lujo ‘Manticore’. Su nombre en la vida real es el ‘Northern Cross’ y fue botado en el astillero sueco Marinteknik Verkstads en 1991. Con 43 metros de eslora y una capacidad para 10 pasajeros, el yate sigue en activo en el mercado chárter del Mediterráneo por unos 94.000 euros a la semana. En la película también aparece una lancha Riva Monte Carlo 30 Offshorer, utilizada por Bond (Pierce Brosnan) para alcanzar el ‘Manticore’ y, una vez a bordo, descubrir que Xenia había asesinado al almirante Chuck Farrel.
‘El mundo nunca es suficiente’ (1999). Otra escena de persecución de barcos, esta vez con 007 a bordo del ‘Jet Boat Q’ tratando de dar caza a Giulietta da Vinci, que se encuentra a los mandos de una Sunseeker Superhawk 34 en pleno Támesis. La aparición en pantalla de esta rápida embarcación de 11 metros de eslora se debió a un acuerdo con el astillero británico, que buscaba una promoción de su marca a nivel internacional. Por cierto, el ‘Q’ de Bond fue una creación del equipo de atrezo de la productora.
‘Casino Royale’ (2006). Spirit Yachts entra en la saga de James Bond con el Spirit 54, un velero de 16,5 metros de eslora en el que Daniel Craig y Eva Green (en el papel de Vesper Lynd) navegan hacia Venecia. Durante el rodaje, hubo que sacar el aparejo del casco una decena de veces para que el barco pudiera pasar por debajo de los puentes de los canales. Fue además el primer velero que subió por el Gran Canal en 300 años.
Por su parte, los enemigos de Bond cuentan con barco en dicha película: un lujoso y veloz Sunseeker Predator 108 cuyas escenas se rodaron en Bahamas. El yate de Le Chiffre, capaz de alcanzar los 40 nudos de velocidad gracias a sus tres motores MTU M91 2000 hp, puede acoger hasta ocho invitados en los cuatro camarotes que tiene, sin contar con el del armador, a lo largo de sus 32,90 metros de eslora. Otros dos modelos de Sunseeker, XS 2000 y Sportsfish 37, también tienen un cameo.
‘Quantum of Solace’ (2008) Otras tres nuevas joyas de Sunseeker pueden contemplarse en esta película. Para empezar, los malos utilizan en Haití una Sunseeker Superhawk 43 para llegar hasta otra embarcación más grande, el Sunseeker 37 Meter Yacht M4, con Camille secuestrada; un objetivo que James Bond impide. Sin embargo, es un modelo antiguo del astillero el que acapara la atención: el Sunseeker Sovereign 17. La embarcación, construida en 1970, fue restaurada en 2005 para conmemorar el aniversario del astillero.
‘Skyfall’ (2012). Algunas escenas de la película se rodaron a bordo del Regina, un superyate construido en Turquía en 2011 por Pruva Yachting. Aunque trazada con un diseño clásico, se trata de una moderna y lujosa goleta de alto rendimiento de 56 metros de eslora. Los diseñadores y el astillero emplearon dos años para dar forma a esta embarcación de acero de alta resistencia en la que también encontramos exóticos materiales como caoba o teca de birmania.
Daniel Craig (007) y Bérénice Marlohe (Severine) rodaron en la amplia cubierta de proa (el barco tiene una manga de casi 10 metros) y en el salón principal. En ambos escenarios la decoración y algunos elementos no coinciden con la realidad. Poco después de su aparición en las salas de cine, el barco se puso a la venta por 11 millones de euros.
‘Spectre’ (2015). James Bond emplea una versión de la mítica lancha Riva Tritone. Todo un clásico de la industria italiana como símbolo de las embarcaciones deportivas de lujo. De hecho, durante décadas fue uno de los barcos favoritos por monarcas como Raniero de Mónaco o jeques de países de Kuwait y Qatar. Cuenta con una eslora de casi ocho metros (7,94 m) y ofrece una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora. Su peso final no supera los 4.000 kilos. La última subasta realizada por la firma Sotheby’s sobre un modelo Riva Tritone Via número 62 salió a la venta hace dos campañas por más de 400.000 euros.
Por otra parte, entre las escenas rodadas también se cuelan dos modelos más del astillero Frauscher y su 747 Mirage. El astillero austriaco, con casi 90 años de experiencia, fabrica embarcaciones de corte deportivo con un diseño propio. Sobre una eslora de 24,5 pies, este modelo empleado por los malos de la producción cinematrográfica que pelean contra Bond pueden navegar hasta 56 nudos. El precio de cada unidad está a la venta a partir de 143.000 euros.