El príncipe Felipe, hospitalizado desde hace dos semanas por una infección y una afección cardíaca previa, está «mejorando ligeramente», aunque la familia real mantiene «los dedos cruzados», según reveló este miércoles la duquesa de Cornualles.
El esposo de la Reina Isabel II, de 99 años, recibe actualmente tratamiento en el hospital de St Bartholomew en Londres, donde fue trasladado el pasado lunes en ambulancia desde otro centro médico de la capital británica.