La casa de la tía Léonie es hoy uno de los lugares de peregrinaje de los admiradores de Marcel Proust, de cuyo nacimiento se cumplen este sábado 150 años, y un tesoro en la localidad francesa de Illiers-Combray, rebautizada hace 50 años en honor al literato.
La pequeña localidad campestre, originalmente llamada Illiers, a unos 40 kilómetros de Chartres, quedó transformada con los recuerdos de infancia de Proust, que la glorificaba en su obra «En busca del tiempo perdido» bajo el nombre de Combray.