Este establecimiento hotelero situado en la región mexicana de Oaxaca está penado para recrear las viviendas tradicionales de las zonas con paredes de tierra, puertas hechas de madera local y techo de paja para mantenerse estrechamente vinculadas a la naturaleza.
Con vistas al Océano Pacífico, desde Monte Uzulu han tratado de respetar el entorno natural y tratar de contener el impacto ambiental tanto durante la construcción como durante la vida útil de las edificaciones. El diseño de las habitaciones es propicio para el clima cálido y promueve la ventilación natural al tiempo que protege la luz solar intensa.
El complejo comprende seis volúmenes rectangulares con techos a dos aguas, conectados por una serie de escaleras, que cuentan con 11 suites para invitados y una suite principal, cada una con una terraza con vistas al bosque y al océano, desde unos 140 euros la noche.
Además, incluyen un sistema para reciclar y reutilizar el agua que consume, un sistema de recolección de agua de lluvia y una piscina de agua natural.