En una discreta nave de Paterna se cuece el que podría ser el vehículo del futuro: aquí tiene su laboratorio de pruebas la empresa Zeleros, creadores del Hyperloop, o al menos, los que más lo han desarrollado del mundo hasta ahora. Pero contextualicemos todos estos datos: hemos venido a Valencia porque se celebra la Capital Mundial del Diseño, un evento que, a lo largo de todo el año, resalta la importancia de esta disciplina en la Comunidad Autónoma.
Y por supuesto, Hyperloop es, aparte de un medio de transporte sostenible y de lo más moderno (hablamos de una cápsula que alcanzará los 1.000 kilómetros por hora), puro diseño, de ahí que esta startup sea una de las empresas implicadas en el proyecto de capitalidad.
El nombre de Hyperloop se lo debemos a Elon Musk (sí, el magnate creador de Tesla) pero en realidad la idea la tuvo el inventor George Medhurst, en el siglo XIX. Musk retomó esa idea y lanzó un concurso a nivel internacional en 2015 para ver quién podría desarrollarla y ahí entraron en juego estos jóvenes valencianos que entonces estudiaban en la Universidad, en concreto, Ingeniería Industrial y Aeronáutica. En 2016 ganaron el premio y en la actualidad en esta startup han invertido Red Eléctrica, Acciona, un fondo de Silicon Valley y Caf, entre otros. “Hyperloop son unas cápsulas que se mueven dentro de una red de tuberías que conectarán diferentes ciudades de forma altamente eficiente. Y esto lo hace porque elimina dos de las principales resistencias que tienen la mayoría de sistemas de transporte. El primero es el rozamiento con el aire, en la red de tuberías podemos eliminar el aire y de esta forma, con un consumo energético muy reducido, podemos conseguir llegar hasta altas velocidades. Y la otra forma de reducir esta ineficiencia es levitar. Gracias a la levitación conseguimos no tocar el suelo y así podemos movernos de forma mucho más eficiente, como los trenes de levitación en China y en Japón”, explica Juan Vicén, co-fundador del proyecto. Las cápsulas serían propulsadas a través de motores eléctricos y aire a presión.
Prevén que el vehículo, cuyo prototipo puede verse expuesto hasta finales de marzo en el pabellón de España de la Expo Dubai, podría alcanzar los mil kilómetros por hora: “Esto permitiría conectar un Madrid-París, por ejemplo, en hora y media. Actualmente el tren tarda unas 7 horas porque no hay buenas conexiones”, aclara.
En el laboratorio de Paterna lo que hacen es probar cada una de las tecnologías críticas: la levitación, que permite mantener el vehículo a una distancia del techo. “Por otro lado, nuestro lanzador, que es lo que permite con un sistema de electromagnetismo lanzar el vehículo y por último, nuestro sistema de propulsión aerodinámica, que es el que permite realizar esa propulsión, mantener esa velocidad cuando vamos en crucero”, detalla.
Las cápsulas del vehículo tendrían capacidad para entre 50 y 200 pasajeros y estarían saliendo cada dos minutos y medio, más o menos. “Estamos estudiando los materiales de la tubería por la que irían, por ejemplo, el acero, que es un material que podría servir para esas tuberías porque es resistente a fenómenos meteorológicos adversos como lluvia, arena…. Y por otro lado, permite un aislamiento completo”, aclara.
Lógicamente, toda esa red de tuberías habría que crearla: “El Hyperloop es la única forma de llegar, en un periodo razonable, a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles que ha propuesto la Comisión Europea”, aclara. Y es que la actual movilidad interna entre ciudades supone una huella de carbono importante porque los desplazamientos se hacen en su mayoría con sistemas de combustión. Sobre las infraestructuras para este nuevo medio de transporte hay que decir que las tuberías irían sobre pilotes en la mayor parte del terreno: “Comparado con un sistema de tren de alta velocidad la anchura es menor, por lo que los túneles son más pequeños y además permite ir elevado, lo que reduce los costes de expropiación del terreno. Eso unido con que a que a nivel energético es de cinco a diez veces más eficiente que un avión para la misma ruta, lo hacen la mejor alternativa para conectar ciudades de forma rápida y eficiente”, aclara Vicén.
La cápsula no tendrá ventanas pero están trabajando en que pueda verse el exterior sin necesidad de crearlas a través de pantallas virtuales. También quieren que el espacio sea muy luminoso. ¿Conductor? No habrá, el vehículo está totalmente automatizado pero sí valoran que haya personal a bordo para cualquier tipo de asistencia.
Zeleros, que anunció recientemente un proyecto piloto en el puerto de Sagunto para el movimiento de contenedores de forma 100% eléctrica y automatizada, acaba de ganar el Premio Europeo de Movilidad entre más de 650 startups de toda Europa.
Y, la pregunta del millón, para el final, ¿para cuándo podremos subirnos en un Hyperloop? “Nuestras estimaciones marcan 2030 como el momento en el que podremos ya tener certificado el sistema para transporte de pasajeros y de mercancías. A partir de ese momento es cuando se empezarán a crear esas primeras rutas que permitirán conectar el mundo con una visión de cara a 2050, tener ya grandes rutas y grandes conexiones europeas, por ejemplo”, finaliza. Parece algo lejano.. pero ya está aquí.