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Ikigai ofrece su alta gastronomía con un servicio delivery para volver de vacaciones sin preocuparnos por la comida

Volvemos de vacaciones. Y muchas veces, cuesta empezar de nuevo: rutinas, pensar qué hacer para comer… para esos momentos, Ikigai ha puesto en marcha su servicio delivery, para llevar sus sorprendentes propuestas culinarias a casa. Uramakis de toro con mojo rojo de miso y patata crujiente, tartar de atún picante con emulsión de tomate Raff, aguacate y huevo campero frito, Gyozas de gamba blanca y papada ibérica con emulsión de sus propias cabezas… son algunos platos de alta cocina que ahora se pueden disfrutar sin salir de nuestro hogar dulce hogar.

Con la innovadora propuesta de su chef Yong Wu Nagahira, Ikigai Velázquez promete en todo momento llevar la creatividad y la exquisitez de sus creaciones a otro nivel.  Por ello, además de poder disfrutar de sus platos en su sorprendente local ubicado en pleno corazón de Madrid, se podrá disfrutar de su carta en formato delivery en un radio de 3,5km a través de la aplicación de Glovo, en concreto, de la sección ‘Alta cocina’.

Así, Ikigai Velázquez se reafirma como uno de los mejores restaurantes japoneses de la capital, adaptándose a las nuevas tendencias y necesidades. Su propuesta mantiene su misma filosofía y excelencia que ha tenido desde sus inicios.

De este modo, quieren ofrecer una experiencia gastronómica de primer nivel sin salir de casa. Este menú cuenta con una sección de entrantes calientes como las gyozas de gamba blanca y papada ibérica y fríos como la ostra con emulsión de ají amarillo y cebolla encurtida.

También permite disfrutar de sus sashimis, nigiris clásicos como el de atún akami o fusionados como su nigiri de lubina a la bilbaína y una amplia selección de makis como el uramaki de langostino en panko con aguacate, salmón y mayonesa de kimchi. Sin olvidar su famoso atún picante con emulsión de tomate Raff, aguacate y huevo campero frito. Para terminar, no pueden faltar sus postres como el mochi deconstruido de cheesecake o de chocolate y avellana. Un placer para el paladar.