El matador de toros José Miguel Arroyo, Joselito, ya retirado de los ruedos, rememora 25 años después la histórica corrida goyesca del 2 de mayo de 1996 en Madrid, cuando obtuvo un resonante triunfo lidiando seis toros en solitario en la que considera la tarde «más determinante» de su vida.
«Sí, determinante -insiste Joselito- o trascendental, esos son los calificativos que le cuadran, porque antes y después tuve actuaciones más redondas en otras plazas, como la de los seis toros que maté en Valladolid un año antes, o en Nimes, con una cornada. Pero ese triunfo, evidentemente, tuvo una mayor repercusión por ser en Las Ventas y supuso que desde entonces se me diera la máxima categoría».