Un cigarrillo a medio fumar frente a una taza de té en la cocina, fotografías de la reina Isabel II en un armario, cremas del baño que usaba para cuidarse o un libro dedicado por Octavio Paz en la estantería exhiben la cara más íntima de la pintora Leonora Carrington en su Casa Estudio recién terminada de rehabilitar en la Ciudad de México.
«Las cosas que nosotros tenemos, que nosotros heredamos y con las que decidimos acompañarnos hablan mucho de nosotros mismos. Cuando la gente venga aquí va a poder completar una figura de Leonora que quizá no se conoce del todo», ha dicho este miércoles a Efe Alejandra Osorio, directora Académica y Cultural de la coordinación general de Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), organismo a cargo de la rehabilitación de la vivienda.