Los niños del Imperio romano sufrían acoso escolar y una severa disciplina en las aulas que incluía el castigo físico, una infancia en la que la miel era su golosina y las nueces suponían el recurso más básico para jugar junto a muñecos articulados o fijos de soldaditos y gladiadores.
«La edad de las nueces: Los niños en el Imperio Romano» recrea las texturas, sonidos, olores y matices de la Roma clásica y descubre paralelismos sorprendentes con la infancia actual, afirma en una entrevista su autor, José María Sánchez Galera.