La inversión de las empresas españolas en la famosa fórmula del ‘leasing’ para financiar activos inmobiliarios marcó mínimos en el año de la pandemia.
Según los datos de la Asociación Española de Leasing y Renting (AELR), en 2020 la nueva inversión se situó en 728,63 millones de euros, la cifra anual más baja desde que arrancó la serie histórica en 2003.
Como explica Manuel García, secretario general de AELR, “toda la actividad de inversiones empresariales, mobiliarias e inmobiliarias se ha visto afectada por la crisis del coronavirus. Y las inversiones inmobiliarias, al ser las de mayor volumen, son de mayor plazo de decisión e implantación, por lo que todas las que han podido aplazarse se han aplazado y que las que se pudieron ralentizar, se ralentizaron”.
No obstante, recuerda García, es un sector en el que las inversiones habían aumentado antes de la crisis sanitaria, y la previsión es que pronto se retome la tendencia alcista. En los primeros meses de 2021, al menos, se imponen las subidas.
Entre enero y febrero el ‘leasing’ de inmuebles se ha incrementado 31,7%, hasta quedarse en 178,7 millones de euros contratados. De mantenerse la tendencia mostrada en esos dos meses, el año podría terminar con más de 1.000 millones de euros en inversión, cifra que no alcanzaba desde 2017.
“Estamos todavía muy lejos de las cifras que se manejaban antes de la crisis de 2008. Y si no cambia mucho la fiscalidad y la legislación en general, esperamos llegar a los niveles que teníamos”, recalca García.
En lo que respecta a las compañías que más están apostando por esta fórmula, el secretario general de la asociación afirma que están detectando un mayor uso por parte de empresas que abordan cualquier tipo de inversión inmobiliarias, aunque también hay compañías especializadas en sectores concretos, mientras que el abanico de activos es muy amplio. Hay operaciones relacionadas con hoteles, oficinas, locales comerciales o naves industriales, señalan desde la AELR.
Qué es el ‘leasing’ inmobiliario y qué ventajas tiene
El ‘leasing’ inmobiliario es una fórmula que permite a las empresas hacerse con un inmueble, pero sin necesidad de comprarlo ni alquilarlo, sino a través de un pago por uso.
Jesús Cantal, director de Asesoría Jurídica de Transacciones y Patrimonio de Sareb, explica en el blog de la sociedad que aglutina los activos tóxicos de la banca que “el leasing o arrendamiento financiero es el contrato que tiene por objeto exclusivo la cesión del uso de bienes inmuebles, adquiridos para dicha finalidad según las especificaciones del futuro usuario, a cambio de una contraprestación consistente en el abono periódico de cuotas”.
Estos acuerdos incluyen una opción de compra que el usuario puede ejecutar llegado el momento. Según Cantal, “es una modalidad que ofrece el mercado inmobiliario y que convence cada vez a más negocios. Gracias a ella, las empresas acceden a una estructura financiera a su medida y disfrutan, además, de algunas ventajas fiscales”. Por ejemplo, el IVA se abona mediante pagos fraccionados mensualmente en cada cuota, lo que evita tener que desembolsar una gran cantidad de golpe. Además, el contrato puede hacerse a una tasa fija o variable, entre otras cosas.
En este tipo de operaciones intervienen tres agentes: el vendedor del inmueble, el empresario que precisa el uso o disfrute de mismo y la sociedad de ‘leasing’ o sociedad de arrendamiento financiero, que lo adquiere a instancia o por indicación de éste y le cede su uso a cambio del pago de una cuota o canon.
El secretario general de la Asociación Española de Leasing y Renting recalca que, para la sociedad arrendadora, se trata de “inversiones muy pensadas y que se adoptan a largo plazo, generalmente para proyectos de muchos años de duración, por lo que una cuestión puntual como una pandemia no debería afectar mucho, aunque el mercado tenga que ajustarse”.
En el caso de los arrendatarios, García insiste en que una de las grandes ventajas es que pone a su disposición “un equipo que va a seguir la inversión desde la compra hasta la reforma y la entrega de llaves, lo que es una garantía de que los proyectos se realizarán en las fechas marcadas en los objetivos”.