La Sagrada Familia, el templo que la capital catalana construye desde el siglo XIX y el segundo monumento más visitado de España, ha estrenado este miércoles su espectacular torre de María, de 138 metros de altura, coronada con una estrella luminosa de 5,5 toneladas, lo que ha cambiado para siempre el perfil de la ciudad de Barcelona.
El Arzobispado de Barcelona y la ciudad han vivido hoy un día histórico de celebraciones por el hito alcanzado en esta obra decimonónica, de la que resta por edificar aún el 25 por ciento y que se prevé esté acabada en 2032, coincidiendo con el 150 aniversario de la colocación de la primera piedra por el obispo José María Urquinaona el 19 de marzo de 1882.