Color, plumas y lentejuelas reinaron en la colección de Alta Costura que Chanel presentó este martes en la pasarela de París, en la que sorprendió utilizando a su embajadora Carlota Casiraghi como jinete y en un decorado digno de museo.
La hija de Carolina de Mónaco, imagen de la firma y desde hace un año presentadora de los encuentros literarios en línea organizados por Chanel, abrió la pasarela montada en su caballo con un traje de hípica negro en «tweed». Una aparición que dejó sin palabras a los invitados, que reaccionaron con un fuerte aplauso.