Los que ya tenemos cierta edad seguro que en alguna ocasión hemos oído esa frase tan de padres de “Coge la puerta y vete”. Ahora, gracias a la innovación, podemos incluso coger la casa e irnos: y no, no os imaginéis llevarnos la casa al estilo la película ‘Up’, es un poco más elaborado.
La empresa letona Brette Haus ha patentado un sistema para doblar y desdoblar casas prefabricadas que deja en minucias esos Reels de Instagram en los que doblan camisas y pantalones como si fueran sobres de correo. Y suena a ciencia ficción, pero no lo es: la compañía diseña “casas móviles de calidad considerando que actualmente la gente es flexible”, algo que desde la pandemia, con el teletrabajo, cobra aún más importancia.
El montaje y desmontaje se basa, sobre todo, en las bisagras: cuando se desmonta la casa funciona como si de un origami se tratase y se va desdoblando. Este proceso se puede repetir, según dicen, hasta un centenar de veces. Unos 100 m2 de superficie suponen un cubo de 12 metros: para el despliegue se necesitarán dos personas y unas tres horas de trabajo para que la casa quede lista para entrar a vivir.
Y lo de entrar a vivir tampoco es una metáfora porque estas soluciones habitacionales vienen sin cimientos (¿quién quiere hoy ese tipo de raíces?), pero sí traen inodoro, lavabo, ducha, cocina, instalación eléctrica… o sea, es desdoblar y te puedes dar una ducha sin problemas. También vienen acompañadas de un kit de baterías solares y de una estación de bombeo de agua, de tal forma que puedes instalarlas en entornos más agrestes, alejados de toda civilización conocida.
Las casas están fabricadas en un tipo de madera denominado CLT que aportan entre 4.500 y 10.000 kilos por casa dependiendo del tamaño y del modelo. Esta madera contralaminada está preparada para resistir terremotos y altas temperaturas como las del fuego. Además, este material procede de bosques gestionados de forma sostenible y es neutro en carbono. Si les quieres dar un extra de seguridad, se puede reforzar su anclaje al suelo (que tiene que estar nivelado, eso sí) con ladrillos o palés.
Los letones disponen de tres modelos de casa plegable: rústica, compacta y urbana. Cada uno está pensado para unos usos diferentes y también varían sus superficies, desde 18 a 108 m2. Y es que no solo están pensadas para vivir, también pueden ser una alternativa para celebrar eventos, montar una cafetería o una pequeña tienda e incluso, para hoteles y campings.
Brette House confirma que un camión puede transportar de 2 a 4 casas, según el modelo: en ocho semanas después del pedido puedes tener tu casa en el lugar que indiques, según informan en su web. Aparte de sus casas plegables, disponen de otras más clásicas que no se doblan.
¿Precio por tener una casa prefabricada plegable? El m2 sale por 1.000 euros, por lo que el coste oscila entre los 18.000 euros y los 50.000 euros, según el diseño y el tamaño que escojas. Y ojo, que el hecho de que se plieguen sobre si mismas y te las puedas llevar donde quieras no es la única ventaja: en su compraventa no hay escrituras ni notarios… Menos gastos que ya se sabe que la adquisición de una vivienda siempre supone un pico en gastos extras.
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