Algunas de las mejores bibliotecas particulares han recorrido tantos emplazamientos como viviendas han tenido sus dueños, pero la escritora Emilia Pardo Bazán construyó una torre, que llamó de la Quimera, en Meirás, para albergar sus más de 11.000 volúmenes que un incendio dispersó hace casi 45 años y que ahora afrontan el reto de la reunificación.
En esa torre, la más alta de esta casa que ella diseñó y mandó construir, Pardo Bazán tenía su biblioteca, en la que integró la de su padre, y que actualmente alberga 2.979 libros. Otros 7.883 fueron rescatados de las llamas aquella noche del 18 de febrero de 1978 por la sección de zapadores del cuartel de Atocha en varios camiones del Ejército y que custodia la Real Academia Galega (RAG).