Pese a que el peso de la compraventa de viviendas en España por parte de extranjeros no residentes ha bajado del 40% desde el estallido de la pandemia, nunca antes habían pagado tanto por las casas que compran, hasta 2.452 euros/m2 de media, según la serie histórica publicada desde 2007 por los notarios hasta el primer semestre de 2021. Los ciudadanos rusos no residente se encuentran entre las nacionalidades que más pagan por el precio de la vivienda (2.691 euros/m2), junto a alemanes, chinos, daneses, ecuatorianos o suecos.
La situación bélica entre Rusia y Ucrania ha vuelto a generar incertidumbre en el sector ante el impacto que tendrá en el inmobiliario español. Los profesionales coinciden en que la guerra en Ucrania tendrá efectos limitados en el ‘real estate’ nacional, si bien será imposible esquivar los daños colaterales de un conflicto armado en Europa.
El arco mediterráneo, las islas y grandes capitales como Madrid o Barcelona son las principales zonas de España donde más se va a notar la más que posible bajada de las operaciones de los compradores rusos y ucranianos, donde los ciudadanos no residentes de estas nacionalidades más se movían en nuestro mercado.
De hecho, España es uno de los destinos preferidos por los nacionales rusos para tener una segunda residencia. Dejando a un lado a los ciudadanos rusos residentes en todas partes de la geografía nacional, nos vamos a centrar en la evolución de los rusos y ucranianos no residente en el inmobiliario español, con los datos semestrales del Consejo General de Notariado.
Con los últimos datos publicados del primer semestre de 2021, los datos de cierre del año pasado se conocerán el próximo mes de abril, la compra de viviendas por parte de ciudadanos rusos ha estado en el entorno del 2% del total de compras realizadas por extranjeros en los últimos años, mientras que los ucranianos se mueven en la media de un 1%.
Como ha ocurrido en general con los compradores extranjeros de todas las nacionalidades, el peso de los no residentes ha bajado de los máximos que alcanzaron en lo peor de la crisis económica entre 2013 y 2014, cuando llegaron a significar más del 50% del total de operaciones realizadas por foráneos. Ahora, y con motivo de la pandemia del coronavirus y todas las medidas en cuanto a la restricción de movimientos y el confinamiento en los hogares en todos los países, su peso en la compra de viviendas desde el estallido de la crisis sanitaria ha caído por debajo del 40%, en mínimos desde 2009, con un actual 33,9% del total de operaciones de extranjeros.
Pese a contar con poco más de 16.000 transacciones de extranjeros no residentes entre enero y junio de 2021, son los que adquieren las viviendas más caras del mercado. Si el precio medio de la vivienda cerró el primer semestre del año pasado en 1.845 euros/m2, los extranjeros pagaron 1.863 euros/m2. Pero es que los extranjeros no residentes llegaron a pagar 2.452 euros/m2, el precio medio más alto pagado desde que los notarios ofrecen la estadística. Solo el precio medio pagado por los españoles no residentes en el primer semestre de 2008 (2.456 euros/m2) supera la cifra actual. El anterior récord entre los no residentes también se encontraba entre enero y junio de 2008 con 2.422 euros/m2.
Entre las nacionalidades de los extranjeros no residentes que más pagan se encuentran los rusos. En la estadística de los últimos datos publicados, encabezan ese listado los ecuatorianos (3.208 euros/m2), seguido por ciudadanos chinos no residentes (3.035 euros/m2) y alemanes (2.969 euros/m2). Por detrás, daneses (2.734 euros/m2), suecos (2.855 euros/m2) y rusos (2.691 euros/m2).
De hecho, este dato de los ciudadanos rusos no residentes es el más alto pagado desde el primer semestre de 2008 (2.969 euros/m2). Los ciudadanos ucranianos no residentes pagaron entre enero y junio de 2021, un precio medio de 2.241 euros/m2, es más alto desde finales de 2012. Aunque en 2008, se alcanzaron cifras entre los ucranianos hasta de 3.314 euros/m2, más que la cifra récord de los rusos.
Los rusos no residentes apenas suponen unas 420 operaciones en los últimos tres semestres, desde que la crisis sanitaria del covid. Llegaron a ser hasta 1.300 operaciones al semestre entre 2012 y 2014. Los ucranianos, por su parte, apenas representan 110 operaciones en los últimos semestres, alcanzado su mayor cota en el arranque de 2016, cuando volvieron a aparecer en el listado después de dos años marcados por las protestas del Maidán, y el comienzo de la crisis con Rusia por la anexión de la península de Crimea y Sebastopol y el conflicto armado en las provincias de Donetsk y Luhansk.