China reunirá información crucial de sus afamadas porcelanas antiguas en un «banco genético» basado en datos obtenidos de casi veinte millones de piezas de cerámica reunidas en las cuatro últimas décadas, informaron medios estatales.
La iniciativa, que tendrá su sede en la provincia china de Jianxi (sureste), permitirá conocer más sobre las diferentes técnicas empleadas en este arte a lo largo de la historia del país asiático, explicó Weng Yanjun, presidente del Instituto Kiln de la ciudad de Jingdezhen, sede durante siglos de los hornos cerámicos de los emperadores de China.
Un solo fragmento de cerámica permite recopilar cerca de un centenar de datos «genéticos» y ofrecer detalles sobre el cuerpo, el esmalte o el pigmento, indicó Weng.
Con este conocimiento los expertos también confían en poder reproducir con exactitud los procesos de horneado y la fórmula original del barro empleado para modelar diferentes porcelanas antiguas.
Los investigadores emplearán rayos-X y otras tecnologías avanzadas para analizar las valiosas y milenarias piezas, y esperan completar el estudio de 10.000 de ellas en el próximo año y medio.
En el proyecto, cuyos resultados serán compartidos internacionalmente, están también involucradas las universidades de Pekín y Tsinghua, el Museo Imperial y el Instituto de Cerámica de Shanghái, adscrito a la Academia China de Ciencias.
Weng confió en que los resultados del estudio impulsen a su vez investigaciones arqueológicas sobre la cerámica en otros países, y en que se pueda instituir una plataforma internacional para el intercambio de conocimientos sobre este arte ancestral.