El paisaje de nuestro país cuenta con innumerables rincones de interés, perfectos para realizar una visita de fin de semana. Muchos de ellos son zonas abandonadas, que aún con el paso del tiempo siguen conservando su belleza e incluso se han convertido en puntos de reclamo para los amantes de la fotografía.
A continuación, te mostramos los 22 lugares abandonados más bonitos del patrimonio español y, por si te enamoras de la zona, viviendas a la venta cerca de cada uno de ellos.
Este pueblo fue desalojado por la construcción del embalse de Gabriel y Galán, pero el agua nunca llegó a inundarlo y sus calles continúan en perfecto estado. Gracias a los trabajos de conservación y protección, hoy en día es posible visitar la aldea, que cuenta con un castillo del siglo XV como punto de visita.
Cerca de los Pirineos, en la provincia de Huesca, se encuentra esta estructura construida en 1928 para comunicar Francia y España a través de un túnel de Somport. Durante la década de los 70 el túnel dejo de utilizarse y la estación fue clausurada, pero en 2022 las instalaciones fueron declaradas Bien de Interés Cultural y desde entonces es posible volver a visitarlas.
Fue construido en 1938 en la enseña del Mioño para las antiguas minas de Dícido, y es el único que se conserva de la media docena que llegó a haber en Castro Urdiales. Es una de las ubicaciones favoritas para fotógrafos pero, actualmente, está incluido en la Lista Roja del Patrimonio ya que corre el riesgo de derrumbarse.
Situado en la costa de Getxo, el fuerte se construyó en una antigua atalaya del s. XVI que fue reconvertida en una construcción militar en el s. XVIII. Se puede llegar hasta él a través de una bonita senda costera, que también se comunica con el molino de Aixerrota.
Este pueblo también fue desalojado en su día por la construcción del embalse de Yesa, pero actualmente está al descubierto y se puede apreciar perfectamente la estructura de sus edificios. La aldea está a 50 km de Jaca.
A 40 minutos en coche de Burgos se encuentran las ruinas de este precioso monasterio en el pueblo de Hortigüela. Un lugar que ha sido erosionado con el paso del tiempo pero que aún conserva gran parte de su estructura, propia de la Edad Media.
De nuevo, en la zona de los Pirineos, cerca de la selva de Irati, se construyó en el año 1874 esta fábrica, que cerró un siglo después y cayó en el olvido. Con el tiempo la naturaleza se ha apoderado de sus muros y el lugar ha sido declarado como Bien de Interés Cultural, además de contar con varios procesos de restauración en los últimos años.
Uno de los municipios abandonados más famosos en la península es Belchite, que fue escenario de la batalla con el mismo nombre durante la Guerra Civil y donde posteriormente se han rodado varias películas.
Este monasterio construido en el s. XII fue remodelado entre los siglos XVI y XVII y es uno de los más bonitos de España. Se encuentra a media hora en coche de Zamora y a 90 km del famoso municipio de Puebla de Sanabria.
Este palacio abandonado está en el municipio de Torrent, en Valencia. Su estilo modernista es cortesía del arquitecto José Manuel Cortina Pérez, que lo construyó en el año 1918 por orden del industrial valenciano José Giner y Viguer. El edificio fue adquirido después por el ayuntamiento de Torrent, pero en 2021 pasó a formar parte de la Lista Roja de Patrimonio por su estado ruinoso.
Esta estructura la construyó la empresa Británica Casa Hamilton en el año 1903, en las proximidades de Los Realejos. Consiste en una estación de bombeo que llevaba el agua a la parte alta de los acantilados y en su interior tenía la primera máquina de vapor de Tenerife. La empresa quebró con los años, el complejo industrial quedó abandonado y hoy en día forma parte de la Lista del Patrimonio.
El convento franciscano de Nuestra Señora de la Hoz está en pleno Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Situado a orillas del río, este edificio ha sido declarado por su belleza Bien de Interés Cultural.
Conocida como el Castillo del Infierno, esta fortaleza del siglo X ha sido escenario de varios sucesos paranormales que le brindan dicho nombre. Este edificio, que en su día fue de defensa, se encuentra a la entrada de la Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló.
En el pueblo de Oza-Cesuras se encuentra uno de los tesoros abandonados del patrimonio gallego. Este edificio estaba destinado a ser un sanatorio antituberculoso, pero sus obras se pararon en el año 1931 y nunca llegó a terminarse. La estructura está situada en medio de un bosque de eucaliptos y pinos que lo convierten en un sitio digno de visitar.
Esta construcción industrial es otro de los elementos que forman parte del Patrimonio costero en España. El pantalán se inauguró en 1976 y estuvo en funcionamiento durante algo más de una década por parte de la Compañía Minera de Sierra Menera. Tras varios años cerrado, en 2009 pasó a ser propiedad del ayuntamiento de Sagunto.
Este edificio abandonado se encuentra en el municipio de Cers, a las orillas del pantano de la Baells por lo que la parte baja de la estructura está inundada por las aguas del entorno. El edificio fue inaugurado en 1976 y está a 60 km de Manresa.
En pleno corazón del Parque Natural das Fragas do Eume se construyó entre 1901 y 1903 esta central, que estuvo en funcionamiento hasta el año 1959. Actualmente lleva más de 60 años abandonada pero puedes recorrer sus alrededores a través un sendero que pasa cerca del edificio central, además de las grandes canalizaciones y tuberías de la instalación.
En el valle castellano de Manzanedo están estas ruinas, catalogadas Bien de Interés Cultural. Hoy en día el colectivo Salvemos Rioseco trabaja para mantener el monasterio en buen estado y conservar su patrimonio. De hecho, se ofrecen hasta visitas guiadas en la zona. Gracias a estos esfuerzos, el edificio pudo salir en 2018 de la Lista Roja de Patrimonio.
En Castilla la Mancha está el Villalgordo del Júcar y dentro del mismo se encuentra este palacio construido en 1902. En el centro del edifico hay una fuente con influencia francesa y existe el rumor de que la esposa del zar Nicolás II se la regaló a la prestigiosa familia en su día.
Estas reliquias conocidas como ‘Os Fornos’ están en el municipio de A Pontenova y cuentan con cinco chimeneas de 11 metros de altura. Un ferrocarril de vía estrecha que solía servir para transportar el mineral de hierro comunica la zona con el puerto de Ribadeo, a 34 km de distancia. Este trazado forma parte de las Vías Verdes y se puede recorrer en la actualidad.
Conocido también como fuerte de Alfonso XII, este edificio del siglo XIX está en el monte de San Cristóbal, a 895 metros de altitud y en su día sirvió como cárcel para los presos republicanos de la Guerra Civil. Las ruinas fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 2001 y están en dentro del término municipal de Berrioplano.
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