¿Qué se va a remodelar?
La remodelación va a consistir, por un lado, en una intervención en las 470 habitaciones para devolverles esa imagen de gran lujo, mejorar todos los estándares de confort y calidad que tiene que tener un hotel como es el Palace. Y por otro lado, vamos a actuar en las zonas comunes, en el lobby de acceso, en la rotonda, en la gran joya de la corona de este hotel que es la cúpula y en todas las zonas comunes aledañas que hoy disfrutan los usuarios. Con todas estas actuaciones es importante remarcar que vamos a conseguir integrar el Palace en The Luxury Collection, una de las marcas más prestigiosas a nivel internacional.
Cuéntanos el proceso, por donde habéis empezado…
Hemos empezado la obra por el bloque, por el ala de la calle Medinaceli. Es un número determinado de habitaciones. Es importante que el cliente sepa que el hotel no va a cerrar en ningún momento, por eso es actuación por fases. Hemos empezado por la parte que menos se ve, la esquina con Medinaceli y Cervantes. Todas esas habitaciones, las seis plantas, están cerradas y a la vez vamos haciendo ese mismo tramo de fachada.
¿Cómo se rehabilita esta fachada, qué condicionantes tiene?
Es una cuestión compleja por dos cosas: porque estamos trabajando en un monumento y por otro lado una cuestión logística, no olvidemos que estamos situados justo en el centro de Madrid, que hay muchos condicionantes ajenos a nosotros por las propias características de la ubicación. Estamos haciendo una primera toma de contacto con la fachada, rescatando aquellas partes de fachada que se habían perdido porque con el paso de los años han hecho actuaciones y porque en un momento determinado de la historia no se respetaba tanto este tipo de inmuebles.
¿Qué singularidades tiene trabajar en un Bien de Interés Cultural?
Tenemos muchos desafíos encima de la mesa. Primero, ser conscientes de que el hotel no va a cerrar, vamos a convivir con el cliente y es un cliente que es exigente, tenemos que seguir respetando los máximos estándares de calidad, ruido, confort… Por otro lado, al trabajar en un monumento tenemos muchos elementos, por no decirte casi todos, que están protegidos por Patrimonio. Tenemos que ir abriendo, ir descubriendo poco a poco cómo son esas habitaciones, dónde se puede intervenir, en qué grado se puede intervenir… Tenemos que respetar muchas de las cosas existentes y potenciar cómo fueron en su día. El Palace tiene una gran variedad de tipologías en habitaciones. La rehabilitación de este hotel, que es uno de los mayores hoteles y más lujosos de la ciudad, tiene que ser detalle a detalle, pieza a pieza y casi metro a metro, te diría.
¿Cómo es el trabajo con Patrimonio?
A Patrimonio del Ayuntamiento de Madrid se presentan una serie de proyectos, y se les muestran las imágenes finales de qué es lo que queremos hacer, en todas estas memorias y en el proyecto que hemos diseñado en Ruiz Larrea. Patrimonio lo evalúa, pasa una serie de comisiones y te dan el o. Normalmente en este proceso siempre tienes requerimientos, te preguntan por determinadas casuísticas, cómo vas a resolver determinados problemas que entienden que tienen que protegerse.
¿Cuánto va a durar?
Hay partes todavía por definir. La primera actuación, la que estamos haciendo, de rehabilitación y renovación de las 470 habitaciones, es una obra que se va a realizar en diez meses. Hemos arrancado hace apenas mes y medio y pretendemos tenerla acabada para finales de este año, principios del que viene.
¿Pero cuándo veremos terminada la nueva cara del Palace?
No te puedo decir más porque todavía a día de hoy hay proyectos que están pendientes de realizarse.
Me hablaba de la cúpula. No sé si nos puede desvelar algo de lo que previsto en ese lugar concreto…
Os puedo desvelar poco, quizá es el proyecto que más mimo le estamos poniendo porque sabemos de la complejidad de un elemento como éste. La Casa Maumejean, que es quien diseña este elemento en el momento de apertura del hotel, es la misma que ha trabajado, por ejemplo lucernarios tan importantes como los del patio de operaciones del Banco de España. Son elementos que se tienen que trabajar desde el respeto absoluto, desde la recuperación patrimonialista y devolverles todo el esplendor que tuvieron en su día. Quedan pocos meses para que empecemos a acometer esa actuación y creo que es mejor el efecto sorpresa cuando de nuevo toda la ciudadanía entre y haga ese efecto uauuuh de haber recuperado esa cúpula como se concibió en su día.