Naty Abascal ha vivido unos días que bien podrían ser como los del cuento de Las mil y una noches. La estilista sevillana no ha querido perderse la exposición que rinde tributo a su gran amigo, el diseñador italiano Valentino, en Doha, capital de Qatar, y ha disfrutado de un viaje de ensueño en la ciudad árabe donde ha estado muy bien acompañada. Además de Valentino y todo su grupo de amigos, entre los que se encontraban la top model Naomi Campbell o Janet Jackson, ha habido una mujer que ha ejercido de anfitriona y que ha llamado la atención por su elegancia.
Se trata de la jequesa Almayassa bint Hamad, hermana del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, y que es la presidenta de las organizaciones que se han encargado de llevar adelante Forever Valentino, la exposición que rinde homenaje al diseñador de Alta Costura italiano. Las organizaciones son Qatar Museums, encargada de controlar los museos del país árabe, y Qatar Creates, que se ocupa de la promoción de la moda y el arte en todo el país. Preside el Museo de Arte Islámico, el mayor de ese tipo de arte del mundo, y también es responsable del Instituto del Cine de Doha, creado por ella en 2010.
La jequesa, de 39 años, es hija de Hamad bin Khalifa Al Thani, el que fuera jefe de Estado hasta el año 2013, y de la jequesa Moza bint Nasser, empresaria, política y una de las mujeres más elegantes del mundo árabe. Hamad y Moza se casaron en 1977 (ella es su segunda esposa) y se habla de que se habría tratado de un matrimonio para conseguir la paz entre dos de las familias más poderosas del país.
Moza fue quien dio al jeque un heredero y le apoyó durante el golpe de Estado. De hecho, fue la primera mujer catarí que ejerció de primera dama y se codeó tanto con hombres como con mujeres poderosos, reyes y otros jeques y jequesas. Como empresaria, la madre de la jequesa Almayassa ha hecho negocios para importantes firmas de lujo como LVMH y ha participado en adquisiciones inmobiliarias en París, Londres y Nueva York, donde su familia es dueña del conocido Empire State Building.
Amayassa es una gran amante de la moda y ha sido la encargada de organizar el premio Fashion Trust Arabia y el desfile Emerge, para impulsar el talento joven junto a la fundación Fashion for Relief de Naomi Campbell. Pero su verdadera pasión es el mundo del arte, algo que parece haber heredado de su madre, ya que la exjequesa cuenta con una gran colección de obras de arte, algo que continúa también su hija.
Dicen que la joven es una de las mecenas más importantes del mundo y suele estar dentro de las listas de mujeres más poderosas en el mundo del arte. Entre sus compras más destacadas hay cuadros de Gauguin (como ¿Cuándo te casas?, que adquirió por unos 200 millones de euros hace ocho años) o de Cezanne, así como de artistas más modernos como Jeff Koons, uno de los favoritos de la alta aristocracia contemporánea.
Amayassa ha sido sin duda la mejor anfitriona para Naty Abascal y sus amigos durante su estancia en Doha. La sevillana ha lucido en el país árabe algunos diseños de su amigo Valentino e incluso nos ha deleitado con algunas fotografías en las que la vemos lucir vestidos del italiano hace algunos años y que hoy están expuestos en la muestra que le rinde homenaje, toda una serie de diseños míticos que son ya historia de la moda a nivel mundial.
No podía faltar en sus estilismos el color fucsia, sin duda el tono de moda de esta temporada gracias a la última colección de Valentino, creada por Pierpaolo Piccioli para la casa italiana y que hemos visto a celebridades como Zendaya o Anne Hathaway. Naty quiso hacer un guiño al diseñador con un traje de pantalón y chaqueta fucsias de la colección otoño-invierno 2022 de Valentino que combinó con unos stilettos y un bolso de mano a juego en el mismo color. El toque ‘Abascal’ lo puso gracias a unos maxi pendientes dorados en forma de corazón de lo más noventeros que nos parecen ideales.
Pero hubo muchos más trajes para soñar. Naty Abascal lució también un vestido en tono amarillo pastel con el bajo plagado de delicadas plumas de avestruz en el mismo tono que también aparecen en las mangas del diseño y al que añadió un collar de piedras preciosas y unos stilettos en tono nude con piedras bordadas. Además, durante su estancia en Doha, la española ha podido visitar el Museo de Arte Islámico y para ir acorde al lugar, Naty eligió un caftán en tono dorado y granate bordado con el que sin duda impactó a todos y hasta Olivier Rousteing, director creativo de Balmain, no dudó en fotografiarse con ella.
Pero donde Naty Abascal dio el do de pecho fue en la gran fiesta de gala para presentar la exposición. Para la velada eligió un vestido de corte sirena, con manga larga y totalmente bordado con paillettes que le daban varias tonalidades desde el dorado hasta el azul medianoche y que iba además decorado con sutiles plumas en tono beige dándole un aspecto de estrella del celuloide con el que la sevillana estaba espectacular. Naty además eligió llevar el pelo engominado y unos pendientes grandes en tono plata. «Unos días llenos de aprendizaje descubriendo nuevos talentos», escribía Abascal dando las gracias a sus grandes amigos de Valentino por las jornadas de ensueño que había vivido junto a ellos.
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