Los olores de la Navidad son muy característicos. Varían de una casa a otra, pero siempre nos transportan a recuerdos de la infancia. Nos recuerdan a la familia alrededor de la mesa, al intercambio de regalos, pero también a diversos aromas y sabores: el olor a canela e hinojo, a jengibre o a chocolate, mezclado con el acebo, las velas y la chimenea. Y como la época más mágica del año está a la vuelta de la esquina, aquí tienes algunos trucos para que tu casa huela a Navidad.
Un truco sencillo para que tu casa huela a Navidad es preparar un «popurrí». Nada más que un frasco, cuenco o bote con una mezcla de pétalos de flores secas y especias que se utiliza para perfumar el aire.
En este caso, debes elegir los aromas que te recuerden a la Navidad, desde esencias más sutiles, como la naranja o el tomillo, hasta combinaciones más fuertes que incluyan canela, jengibre, clavo, etc.
Otra forma fácil de llenar tu casa de aromas navideños son las velas aromáticas. Simplemente compra las fragancias que más te recuerden a la Navidad. Velas que contienen ingredientes como jengibre, canela, manzana, naranja, pino, menta o calabaza.
También puedes crear una infusión navideña casera. Para ello, puedes poner en una olla rodajas de naranja, rodajas de manzana, palitos de canela, clavos, canela en polvo, jengibre en polvo y agua. Lleva esta mezcla a ebullición a fuego lento y deja que se extienda por la casa.
Las piñas, las ramas de pino, el acebo y el musgo también forman parte de la decoración navideña de muchos hogares. Y también dejan un aroma navideño en el aire. Por ejemplo, puedes hacer una guirnalda con hojas de eucalipto y ramas de pino para colgarla en la puerta.
Los adornos navideños también pueden ser perfumados. Puedes decorar tu árbol de Navidad con las típicas galletas de jengibre en forma de muñeco, estrellas, etc. Originaria de Inglaterra, la receta es una combinación de especias: azúcar moreno, canela, jengibre, clavo y miel.
Puedes crear un fragante y original centro de mesa navideño. Ejemplo: crear un centro de mesa con follaje fresco y fruta (como naranjas).
Y por supuesto, puedes dejar la casa oliendo a Navidad simplemente cocinando las típicas recetas navideñas: torrijas, natillas, arroz dulce, tronco de Navidad, pastel de naranja, etc. El olor que persiste en la casa es literalmente «para comer y llorar por más».
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