Rossy de Palma (1964) celebra el Día Internacional de la Mujer con una playlist muy personal publicada en Apple Music en la que se entremezclan temas como La vie en rose de Grace Jones, I wish I knew how it would feel to be free de Nina Simone, Happier than ever de Billie Eilish, con los sonidos de Diana Ross, Billie Holiday, Amy Winehouse, Natalia Lafourcade, Nathy Peluso, Lucía Fernanda, María José Llergo, Silvia Pérez Cruz o Rosalía con quien, por cierto, colaboró en El Mal Querer, porque ella sabe qué es eso como se confiesa, víctima de violencia de género. 39 temas, incluido un swing for modern clubbing suyo titulado Calor, 2 horas y 27 minutos de música creada por las mujeres que la inspiran. Una lista con la que la poliédrica artista homenajea a todas las mujeres ese 8 de marzo.
Aunque es inevitable que de nuestro imaginario forme parte ella por la película de Pedro Almodóvar —desde La ley del deseo hasta Madres paralelas o Mujeres al borde de un ataque de nervios—, Rossy de Palma se inició en el mundo del espectáculo como integrante del grupo Peor Imposible en el que ejercía de percusionista, bailarina y corista hasta que la banda, que llegó a publicar un disco, Passion, con portada de Ouka Leele, se disolvió y algunos de sus miembros continuaron en Diabéticas Aceleradas. No fue el caso de Rossy en cuya vida ya se había cruzado el director manchego y juntos, en aquellos años de la Movida madrileña, comenzaban a dar forma a dos grandes iconos del cine y el arte en general.