La primera aparición de los condes de Biandrate fue en un documento fechado en 1093, cuando llegaron al Piamonte desde Francia. Esta familia fue muy importante en la zona de Novara y Turín, influyendo en los acontecimientos políticos a lo largo del tiempo y acumulando considerables propiedades terratenientes, de las que este castillo es un destacado ejemplo.
El edificio ha sido completamente renovado tanto en la planta baja como en las habitaciones de los huéspedes, y está equipado con un sistema de suministro de gas metano que se utiliza para el aire acondicionado. Las puertas y ventanas exteriores están parcialmente restauradas y dan a un parque de 33.000 m2 que rodea toda la propiedad.