El 27 de julio de 1971, hace justo medio siglo, fallecía en el desaparecido Sanatorio de Toreros de Madrid José Mata, el último matador de toros nacido en las islas Canarias, a consecuencia de las complicaciones de la gravísima cornada sufrida dos días antes en la localidad ciudarrealeña de Villanueva de los Infantes.
Aquella tragedia, provocada por el toro «Cascabel», de la divisa de Luis Frías, generó no poca polémica en la prensa de la época, en tanto que la falta de medios y la tardanza en la intervención médica -en una situación similar a la de Paquirri años después- hicieron que la herida, con rotura de la vena femoral, se gangrenara hasta derivar inevitablemente en la muerte del honesto diestro.